Hace unas dos semanas a mi hijo de 12 años le salió un herpes zoster en la zona que rodea el ojo, es la segunda vez que le sale, la primera fue como hace unos 4 meses.
Le llevé al médico y le mandaron unas pastillas y una crema igual que la vez anterior, hasta aquí todo bien.
La madre de la amiga de mi cuñada es curandera y según mi cuñada experta en quitar herpes, yo no creo en estas cosas y no quiero que mi hijo tampoco vea cosas exotéricas y demás, siempre ha sido un poco miedoso y no quiero que tenga nada que saber de ese mundo más allá de lo que alguien le pueda contar ya que eso no es controlable. Yo quiero que mi hijo confíe en la medicina y en la ciencia, creo que es lo normal. Mi marido opina lo mismo que yo.
Pues desde la primera vez que le salió el herpes mi cuñada estaba empeñada en llevarlo a la madre de la amiga y mi suegra también intentando convencerme diciéndome que a ella hace unos años le quitó uno, yo he seguido negándome por lo que os he explicado antes.
El jueves el niño se quedó en casa de mi suegra por la tarde porque mi marido tenía una prueba médica y yo fui a acompañarlo. Cuando llegamos a recogerlo, habían pasado como dos horas, veo que mi hijo tiene muy mala cara y que la zona del herpes la tiene tiznada, nada más vernos llegar se abrazó a su padre llorando y nos contó que lo habían llevado a una mujer que con un cuchillo hacía cruces mientras rezaba y le puso unas cenizas en el herpes.
Ya os podéis imaginar la bronca, mi suegra nos dijo que lo habían hecho porque teníamos al niño abandonado, que de toda la vida los herpes se curaban así y que ella tenía razón ya que el médico no se lo curó porque le había vuelto a salir.
Le dije que ni ella ni mi cuñada podían decidir por el niño que nosotros éramos sus padres y que por supuesto era la última vez que confiaba en ellas para dejarle al niño y con esa nos fuimos.
El niño ha tenido hasta pesadillas ya que es muy impresionable, a parte de esto hemos tenido que volverlo a llevar al médico porque se le ha infectado la zona y la enfermera ha tenido que curárselo.
El domingo llamaron mi cuñada y mi suegra a casa para pedirnos perdón y darnos la razón, pero sé que lo hacen para que no dejemos de ir, ellas quieren al niño y nunca habíamos tenido ningún problema, pero yo sigo que me subo por las paredes, mi marido dice que debemos perdonarlas ya que todo el mundo se equivoca y que al final ellas iban con buena intención.
Ahora quiere ir en nochebuena, ya que se reúnen todos los hermanos, pero yo me niego, es que no puedo ni mirarlas a la cara. Él me lo ha pedido por favor, que si quiero que solo las salude y ya, pero voy a estar incómoda, `pero por otro lado me da pena de mi marido, ya que a una hermana no la ve desde semana santa porque vive en otro país y ese día estará allí.