Leela, yo no he generalizado, si tú te has sentido identificada con las madres petardas, es tú problema, no el mío. Y las nombró así porque hay muchísimas que piensan que sus métodos de crianza son los mejores, que ellas llevan razón y las demás se equivocan. Y por ponerte un ejemplo, ya que nombras lo de ayudarse, tengo una amiga del pueblo que ha tenido un niño, y vino muy contenta a contarnos que como le estaba dando biberón ella y su novio estaban mas descansados y se repartían mejor la crianza. Hasta que llegó una petarda (entiendo que aquí te metes tú) a mascullas entre dientes que el biberón era una mierda y que era una madre cuestionable. Así que sí, echo mierda sobre esta gente. Un besito y adiós

Yo sólo venía a decir que la mayoría de miedos y fobias que persisten más allá de la primera infancia son culpa de un adulto que se lo inculca.

Dicho lo cual me imagino al niño llorando y tú parecido…

Como ya te han dicho, búscate la vida para que el crío lo normalice. Porque si es diabético se va a tener que pinchar a diario el resto de su vida. Y si es una enfermedad autoinmune al menos una vez al año para controlarla.

Entiendo el miedo que puede darte, pero la enfermera no ha hecho nada malo. De hecho, seguramente pensaba que le hacía un favor a tu hijo dándole información. Porque en algunos casos puedes ponerte el parche ese y despreocuparte bastante, cosa que hace 5 años todavía no se podía hacer. Es un avance. Y seguramente lo haya comentado como algo casual, como «ey, qué bueno que ahora exista esto, como te da miedo igual te lo pueden poner y te pinchas menos».

Al leer el título pensaba que la enfermera le había metido mierda al chiquillo rollo «tienes diabetes porque tu generación se pasa el día comiendo chorradas» o algo así. O que le iba a pinchar con una aguja más grande. Supongo que cuando el médico te de más información le demandes por amenazaros o algo así.

Yo por si acaso cruzo los dedos para que no sea nada o para que nunca os pase nada que implique pinchazos…

Y así es como nació (o mejor dicho, se creó) la generación de cristal…

La enfermera ha actuado correctamente normalizando una enfermedad para que no se sienta diferente a los demás, diciendo que si tiene diabetes no pasa nada. Eso es actuar correctamente para tranquilizarlo. Si finalmente es diabético y no le ponen la bomba de insulina (la maquinita que llevará todo el día encima y le ahorrará pinchazos), tendrá que realizarse glucemias al menos tres veces al día (pincharse el dedo) y pincharse insulina al menos cuatro veces al día, la insulina lenta y las rápidas con las comidas. A todo esto tendrás que advertirle de la hipoglucemia, y siempre tendréis y tendrá en un futuro que tener una inyección de glucagón en casa por si tiene una, dado que es una urgencia que te puede dejar en coma. Eso será para toda la vida.
Cuando antes se normalice la nueva situación, y se le explique que si eso ocurriese se adaptará a su nuevo estilo de vida sin problemas y podrá hacer una vida normal, mejor. Llorando con él no vas a conseguir más que asustarlo más todavía.
Ojalá no tenga nada, no obstante. Pero si lo tuviese vas a ser madre de un enfermo crónico y vas a tener que cambiar el chip con los profesionales que te ayudan, no son tus enemigos.

Firmado, una diabética desde la infancia.

Como diabética desde hace 30 años voy a hablar un poco desde mi experiencia. Con 14 años yo iba a hacerme una analítica y me tenían que tumbar de la fobia que tenía a las agujas. Con 15 me diagnosticaron diabetes con insulina desde el primer día. Y mi alta hospitalaria dependía de que yo fuera autónoma con el tratamiento. Me costó 3 días coger la jeringa con mis manos y 2 días más pincharme yo (hace 30 años no existían las bombas de insulina y era con las mismas jeringas que utilizaban los yonquis para la heroína). Y no sé cómo pero lo hice. Y aquí estoy con 45 años, una hija y una bomba de insulina que junto conmigo controla mi diabetes
No te voy a engañar, durante el camino hasta hoy he pasado por muuuuchos altibajos al respecto: aceptarlo, rechazarlo, cuidarme, dejar de hacerlo y vivir como si no tuviera una enfermedad crónica…mi juventud no fue fácil rodeada de depresión y rechazo a lo que me pasaba que yo gestionaba saliendo, fumando, bebiendo, probando drogas…mi adolescencia estuvo marcada por la diabetes. Yo también escuché que podía ser autoinmune, transitoria, curable si adelgazaba…y aquí estoy con mis treinta y pico años de diabética.No quiero decir que a tu hijo le suceda igual..pero si decirte que en ese momento hubiera sido mejor aceptar mi enfermedad que agarrarme a un «quizá». Deseo de todo corazón que el resultado sea negativo pero si fuera positivo te animo a que asumais todos (el el primero) que se trata de algo crónico con lo que se aprende a vivir una vida plena. Y sobre todo…con ayuda profesional (psicología, pediatra, diabetólogo..)
Cualquier duda o lo que sea, ya sabes dónde estoy. 🤗