No es nada sexual ni por el estilo, cuando hablo de trío me vengo a referir a un grupito de amigas del instituto. Teníamos entonces 16 años y fue la primera vez que realmente me sentí rechazada por mi físico.

Hasta entonces había sido súper feliz con mi grupo de amigas y compañeros. Nos conocíamos desde los 10 años y éramos inseparables. En el grupo éramos de lo más dispar, desde chicas altas a bajas, rubias, morenas y… Gordas, como yo.

En 1 de bach empezó en mi clase una chica nueva y pronto empecé a hablar con ella. En los recreos nos juntábamos con el resto del grupo y poco a poco se hizo un hueco en la pandilla. Era una chica especial porque aunque era bastante cortante también podía ser muy simpática. Lo importante fue que nos empezamos a llevar genial con ella y todo perfecto.

Ella intentaba integrarse y siempre nos contaba sus historias con sus amigos del otro instituto a mi me parecían algunas un poco fantasiosas pero tpoco me hacia ningún mal.

Pues resultó que una tarde estábamos todo el grupo en un parque y esta chica estaba tumbada en una zona junto con otras dos de mis amigas, la casualidad, que las tres (junto conmigo) éros las más bajitas del grupo. Me puse junto a ellas y de pronto esta chica dijo ‘vamos a fundar el club de las enanitas’, mis otras dos amigas rieron y yo dije que me parecía una gran idea. Entonces ella me miró y sin cortarse ni un pelo dijo que hablaba de ellas tres porque a mi no se me podía considerar enanita.

¿Una chorrada como otra cualquiera? Sí. ¿Desde entonces las cosas cambiaron mucho para mí? También. Ninguna de aquellas chicas que yo consideraba mis amigas fue capaz de decirle que se había pasado. Yo me di cuenta de que ser gorda era un problema para algunas personas de mi entorno, porque ser bajita y gorda no era compatible. Desde aquel día me empecé a alejar de esta chica y en consecuencia estuve casi un año sin tenerucho contacto como dos de mis mejores amigas. Nadie entendía q me podía haber pasado con ella porque para ellos aquello no tuvo ninguna importancia. Sí para mi, que fui consciente del estigma con el q estaba viviendo sin saberlo.

Al llegar a la uni esta chica mostró su cara y le hizo feos absolutismo a su club d enanitas. No volvieron a ser amigas. Yo la saludo con educación cuando nos cruzamos pero nunca olvidaré aquella tarde en la que consiguió desmoronar todo mi mundo.