Esto es un poco raro, pero ahí va.
Hace unos años me mudé para estudiar en otra ciudad. La casa es de un familiar y prácticamente me la ha cedido, no pago nada. Pocos vecinos me conocen, solo dos mujeres muy majas de mi rellano. Vivo en un tercero y vivo sola porque la casa es pequeña y me siento más cómoda. Contexto contado, vamos a la historia.
Como digo, vivo en un tercero y en el piso que tengo justo debajo vive una pareja joven con un recién nacido. No los conozco, pero lo sé porque pasé de ver una mujer preñadísima a una con carrito y porque un llanto me despertaba algunas noches. Es molesto, claro, pero es lo que hay y no se me ocurriría decirles nada porque los bebés no tienen botón de off.
El caso es que un domingo aleatorio a eso de las 12/13h me puse, como buena señora de su casa, a pasar la aspiradora. Y esto lo hago con auriculares y música a todo trapo y bailando y haciendo el canelo, muchas me entenderéis cuando diga que, entre el ruido del aspirador y la música, no me di cuenta de que el mundo seguía girando a mi alrededor hasta que terminé y apagué la aspiradora, me quité los auriculares y entonces oí que llamaban con no poca mala leche a mi puerta. Aclaro que el edificio, no sé si porque tiene más años que el alpiste, tiene los timbres de las puertas regulinchis y todos los vecinos llaman a la antigua, con los nudillos. Pues alguien estaba aporreando mi puerta con RABIA.
Lo primero que hice fue acojonarme y pensar que había un incendio o un escape de gas o vete tú a saber, y miro por la mirilla y veo a la mujer de abajo. Pues abro y comienza a gritarme (literal, gritarme) porque cómo se me ocurre pasar la aspiradora sobre el cuarto del bebé, que se acababa de dormir y no sé qué más. Lo único que se me ocurrió fue decir que lo sentía pero que era una hora normal para hacerlo y que había mejores formas de pedir las cosas, y luego cerré.
Eso fue el domingo pasado y desde entonces ha puesto carteles en ascensor y zonas comunes diciendo «se pide a los vecinos que eviten ruidos molestos», así, en general. Bueno, pues resulta que en uno de los carteles alguien escribió algo como «para molesto los lloros de un bebé» y, pensando que fui yo, cuando me la crucé ayer me puso a caldo y me amenazó con contarle todo a mi «casero», pensando que estoy de alquiler, para que me echara. Sí, me defendí y dije que no había sido yo, pero no me creyó porque dice que al resto de vecinos los conoce y no les ve capaces.
Sé que mi familiar no me echaría nunca, perdona tampoco quiero generarle problemas ni tener malos rollos con los vecinos, y esta situación me tiene muy tensa. ¿Qué opináis?