Siempre he tenido una facilidad para expresarme con muchas cosas, excepto con sentimientos como mi imagen.
Tengo una cuenta un instablog en Instagram donde buscaba alentar a las chicas a romper esos esquemas y estereotipos que nos acomplejan.

Soy muy curvilínea, de huesos y caderas grandes. Mi imagen y mi peso siempre ha sido mi guerra constante, crei que la había manejado y controlado hasta el punto de sentirme cómoda conmigo misma y orgullosa de mi ser de adentro hacia afuera.

Pero, hace casi un mes en una de mis clases de la universidad me pidieron tomarme una foto para sacar nuestro «canon», el cual debíamos de dibujarlo.

Siempre he hecho dibujos de personas, pero lo nunca había realizado y tampoco permitido a nadie, es el hacerme un autorretrato. Menos cuerpo completo.

Cuando iba sacando cada medida, cada parte de colo se suponía era mi cuerpo, no podía aguantar las lágrimas. Y termine por dejar mi trabajo a un lado. Desde ese día no he podido escribir o expresarme. Preguntándome cómo con todos esos sentimientos encontrados podría alentar a alguien. Con que cara cuando en realidad me sentía con todo mi ser revuelto en llanto interno.

Hoy, me toco terminar cada dibujo para entregarlo mañana en mi parcial. Ver mi cuerpo, lo que soy y en lo que me convertí me ha deprimido, durante una hora solo voy botando lagrimas mientras hago trazos. Es difícil ver cómo soy realmente, porque no me siento cómoda con eso. Pero tampoco tengo cambios.

Solo quería expresarlo, y como no puedo por mis redes lo hago por aquí.