Sentada y rallada me hallo y como no soy de las de verbalizar lo que ocurre en mi cabecita, lo escribo y ya veré si lo mando o no…
Hace poco lo dejé con lo que fue el gran amor de mi vida, más que nada porque soy demasiado joven y estoy demasiado zumbada. Al poco experimenté el jodido duelo y para distraerme no se me ocurre otra cosa que meterme a zorrear en internet. Como suele ocurrir, del entretenimiento que esperaba he encontrado (- π) hasta que justo antes de tirar de “chorboagenda personal”, se me presenta un rarito borde bastante interesante, aunque yo creí que me duraría un suspiro (porque para borde yo) acabé dándole mi número, aun pensando que me cansaría de él enseguida. El tiempo fue pasando y seguíamos hablando, quizás el hecho de que pensara que me duraría poco fue lo que hizo que bajara la guardia. No me mal entendáis, la intención de acostarme con él estaba clara para ambos.
En fin, pasemos a lo importante. Hace unos días, me armé de valor y quedamos ¡Joder que hemos tenido una cita! Me acabo de dar cuenta de ello. Todo muy bien, muy bonito estaba nerviosa que te cagas y rallada otro tanto… El tío me recuerda a un ex mío… El susodicho ser fue una relación a distancia de hará unos 5 años en la que el tío (aparte de contarme cosas rarísimas y con mi actual experiencia poco creíbles) desapareció y yo me obsesioné muchísimo con todo lo relacionado. Aun ahora intento entenderlo. Por lo que siempre me ha quedado la espinita, aparte de romperle las piernas con un bate, de tenerle, nos vimos poquitas veces y nunca llegamos a consumar la relación, aunque se intentó. Qué queréis que os diga, no me gusta sentirme rechazada.
Pues ahí estaba yo, observando al nerviosito mientras intentaba torpemente entablar contacto físico, más mono… Pero mi cabeza estaba en otro lugar y en otro tiempo, en su defensa diré que en más de una ocasión, cuando me apartó el pelo de la cara o cuando se acercó por detrás como si nada, me excité, bastante además. Por fin dejé de rehuirle la mirada y el mundo se me cayó a los pies, volví al pasado, a esa cita en la que también me costaba respirar, solo que ahora soy una mujer adulta, y estaba ante un hombre adulto.
Aunque disfruté mucho de su compañía y de verdad quería tenerle cerca, muy cerca, me puse muy nerviosa, me entraron esas dudas y complejos que no tienes cuando lo único que quieres es echar un polvo rápido y salí escopetada, me fui de fiesta y me lié con una tía.
Ahora con la tontería no me lo puedo sacar de la cabeza y estoy pegada al puto móvil esperando una jodida señal de vida, mira justo como con mi ex…
Realmente no sé qué mierdas ocurre dentro de mi cabeza, solo sé que me lo quiero triscar, pero cuando lo pienso me entra un no sé qué que qué se yo…
¡Matadme por favor!