Buenas querid@s!
Os leo desde hace mucho y me animo al fin a escribir.
Yo tengo dos hijos de una relación anterior y con mi marido hemos tenido dos hijos más, es decir, tengo cuatro hijos.
Hasta ahí todo bien.
El tema está entre mi marido y yo. Los típicos tópicos de ser padre: sólo nos comunicamos para hablar de los niños, polvos express cuando nos dejan y como nos dejan, cero citas, cero detalles, cero relación.))
Ayer lo hablé con él y dice que él también echa de menos hacer cosas conmigo, que lo que le pasa es que llega de trabajar agobiado, los niños tienen un mal día y que lo que le apetece es descansar y desconectar (en lugar de por ejemplo sentarnos a charlar él y yo) yo estoy ya como… ¿desilusionada? me dice que no solo es su culpa, que yo también he dejado de «currármelo» pero yo creo que lo he ido haciendo a fuerza de falta de correspondencia. Claro que también pienso que quizás para él puede ser al revés y piense que se lo ha dejado de currar porque yo empecé (aunque sinceramente pienso que él es mucho más dejado que yo en ese sentido, es de las personas que prefiere hacer un regalo caro que no algo personal low cost y de corazón y yo soy al revés).
Para mi en un día duro necesito charlar y contacto humano, él necesita silencio y abstracción.
Cuando tengo un problema necesito compartirlo, él que le dejen su espacio.
Yo necesito que me digan que me quieren y algún achuchón de vez en cuando aunque no tenga que terminar en sexo, él es más de «te demuestro que te quiero diciéndote que te quedes en la cama una hora más o llevándome a los niños para que puedas hacerte un spa en casa».
No sé si me explico, siento que no nos entendemos en absoluto.
Veo que con mis amigos soy la tía divertida, picarona y mordaz de siempre y con él la «madre», la «secretaria», la «organizadora» y «gestora». Y seguro que a él le pasa igual.
Total, que nos queremos pero no sabemos cómo salir de esta dinámica. Le propuse terapia hace tiempo pero ya se siente como si tuvieran que venir de fuera a solucionarle la vida y le da palo.
Ayer acabamos acostándonos, todo muy romántico, con mucho cariño y amor y ganas… pero hoy ya lo mismo de siempre, que se va a trabajar y casi ni nos besamos con las prisas.
Sé que quizás mi postura puede sonar demasiado expectante, pero sinceramente es que necesito que sea él quien demuestre interés, porque yo llevo estos últimos años tirando de avivar la llama y he empezado a plantearme si sigue viva solo por mi esfuerzo o si realmente yo le intereso pero está acomodado.
Este escrito es un poco enrevesado porque lo voy redactando como me va viniendo, y en resumen estoy hecha un gran lío.
Echo de menos el tonteo, las mariposas en el estómago, el sentirme sexy y deseada. Aclaro que no estoy tonteando con nadie ni tengo a nadie en perspectiva, no va por ahí. Quiero que sea mi marido quién me conquiste.
Yo por mi parte aclaro que soy de mandarle mensajitos. Le he mandado fotos picantonas. De vez en cuando le recibo con los niños dormidos y vestida para matar. Le cuelo alguna nota romántica en la mochila para que la encuentre en el curro… Vamos, que no estoy esperando sin dar ningún paso.
Bueno, no me enrollo más.
Muchas gracias por leerme!
Besos a tutti!