Bueno, venía a escribir una cosa que siempre me ha pasado, normalmente la gente más rellenita que yo se compara conmigo (y con toda chica que sea más delgada que ella, al menos las que yo conozco), como si por ser delgada ya automáticamente tuviera un cuerpo bonito y perfecto. No es que haya sido muy delgada desde siempre, ahora dicen que sí, desde que empeoraron unos problemas de salud míos, pero ese es otro tema; el caso, es que no, no por ser delgadas somos perfectas/tenemos gran autoestima/nos va mejor en el amor. Hay chicas delgadas con celulitis, con barriga, y luego está mi caso, delgada con la caja torácica deformada. Sí, soy delgada y no por ello perfecta, de hecho, cualquier persona que me vea sin ropa o en bikini se va a dar cuenta. ¿Sabéis que? Nunca nadie me lo ha dicho, les ha dado igual. Y he preguntado y sí, se han dado cuenta (cómo no darse cuenta de que tengo las costillas notoriamente salidas hacia afuera y deformadas, sobre todo de un lado). Creo que es un defecto más grave que unas lonjitas de las que tanto se quejan algunas personas, y oye, a nadie le ha importado (al menos de los que me quieren de verdad). Con esto vengo a decir que, no os acomplejéis nunca por ningún defecto, si el mío es «grave» (en el sentido estético) y he podido tener pareja, salir a la playa y tener amistades; todos podemos. Además, vengo a decir que los defectos en verdad son como nos los tomemos, porque que no critiquen mi deformación (que hasta cuando era una bebé barriguda se me veía), pero sí sean capaz de criticar si cojo un kilo… eso lo dice todo, canónes estéticos que nos metemos en la mente, nos acomplejamos ante unas cosas si y otras no, ¿por qué? Sociedad, familia, yo que se el caso de cada una. Lo que si tengo claro es que si todo el mundo ha sido capaz de pasar por alto ese defecto mío, podemos pasar por alto los michelines, estrías y cualquier «defecto». Sí, entre comillas porque realmente si no afecta a la salud no es un defecto. Aquí podéis ver como todos, absolutamente todos somos diferentes, y no por ser delgada se es «perfecta», porque no, la perfección tal y como la piensan las revistas no existe. La perfección realmente viene de lo que nosotros tengamos en la cabeza, porque realmente debemos querernos tal y como somos, y nunca, nunca compararnos con nadie