No le hace ningún bien ese tipo de comentarios.
A lo mejor a las otras nietas les hace falta un buen cocido madrileño para que no sean tan delgadas.
Vamos…yo le soltaría: «sabes lo que me dijo tu nieta? Espero que no me haga comentario de perder peso la abuela. Yo que tú dejaría de hacer ese tipo de comentarios porque lo que vas a conseguir es que la niña no quiera verte,y como me coja algún tipo de trastorno alimenticio…TÚ SERÁS LA ÚNICA CULPA.»
Lo siento pero es que yo no aguanto a mi suegra y más de una vez ya ña he tenido que soltar alguna que otra…

No exageras y esos comentarios pueden provocar en la niña un daño a largo y corto plazo pero me resulta muy incómodo que para afianzar a tu hija y que es una niña “normal” tengas que clasificar a otras dos niñas cuando vienes a quejarte porque tu suegra hace lo mismo con la tuya, no sé creo que en tú familia tenéis un serio problema con las opiniones que vertéis sobre criaturas inocentes, al igual que tú hija ellas son niñas, educadas de otra forma (a lo mejor) pero igual de VÁLIDAS QUE LA TUYA.
Creo que los adultos deberíamos tener más cuidado al hablar pues son esponjas y esa “inquina” puede hacer que las tres lo pasen mal.
Unas por “pitinimis” y la otra por ser “la gordita” si ellas son felices ¿que co** tenéis que decir unos y otros de ellas?

Tienes razón respecto a tu niña y a tu suegra. Pero lo de tus sobrinas está de más. Muy feo llamarlas repipis.

Dile a tu suegra que acabará consiguiendo que su nieta acaba con un trastorno de conducta alimentaria y que se vaya a la mierda.
Yo no iría al pueblo.