Durante casi 9 años he estado con un maltratador, primero fue psicológico, luego pasó a serlo también físico y después dejó la violencia física pero siguió con la psicológica.
Llevábamos juntos un par de años, los peores de mi vida, no lo dejaba porque me amenazaba con suicidarse, de hecho tuvo varios intentos. Pero bueno, esa no es la cuestión, vengo para contar las dos veces que abusó de mi, o que me agredió sexualmente o yo que sé cómo lo llamarán los jueces, yo lo llamo violación, porque realmente así lo siento.
Un nochevieja, como siempre, habíamos discutido y estábamos fatal. En algún momento de la noche, arreglamos las cosas y nos fuimos a dormir, para celebrar el año nuevo mantuvimos relaciones, todo tan normal y tan bien. Cuando terminamos me dijo que eso era lo que hacían las putas como yo, arreglar las cosas follando, porque es lo único que sabemos hacer. Realmente fue muy humillante para mi, me sentí sucia y utilizada, un mero objeto roto en sus manos.
La siguiente, realmente no sé si fue antes o después, fue otra noche en la que también habíamos discutido (qué novedad). Después de amenazas, malas palabras, muchas lágrimas (mías), se tranquilizó e hicimos las paces. Nos fuimos a la cama y mientras manteníamos relaciones me dijo que eso era lo que hacía con las putas de su trabajo, que a todas nos gustaba lo mismo. En esa época me dijo que me había puesto los cuernos y había una chica de su trabajo que lo rondaba, así que aprovechó el momento para decirme eso tan bonito. Intenté zafarme de él como pude, intenté vestirme y salir corriendo de allí, pero me lo impidió. Terminó lo que había empezado. Sólo quería morirme en ese momento.
Sé que hay chicas que han tenido situaciones mucho peores, pero a mi estas dos experiencias me provocaron unas secuelas que aún a día de hoy arrastro, ya han pasado 8 años de aquello y hace 1 año que crucé la puerta violeta, pero mi enfermedad (una candidiasis crónica a la que se sumó una vaginitis) me acompaña, no sé hasta cuándo seguirá haciéndolo y no he conseguido en este año disfrutar plenamente con nadie, no consigo excitarme tanto como antes, no consigo sentirme cómoda con nadie, mientras lo hago pienso qué pensará de mi la otra persona…por suerte estoy en terapia y espero llegar a volver a sentirme una mujer plena algún día, tengo toda la vida por delante y un desgraciado de estos no merece ese poder sobre mi vida. Qué fácil es romper a una persona y qué difícil reconstruirla con los pedazos rotos.