Desde que tengo conciencia me acuerdo de esta historia y hoy he decidido contarla.
Yo tendría unos 5 años y mi primo mayor tendría 11. El pasaba muchos fines de semana en nuestra casa por el trabajo de mis tíos y los dos pasábamos muchas horas jugando solos en mi habitación. Aunque el era mayor parecía q le encantaba pasar tiempo conmigo porque nunca ponía mala cara a lo q yo estaba jugando.
Un día recuerdo que me dijo q íbamos a jugar a papas y a mamas y a mi me encanto la idea. Se puso a explicarme q para tener un bebe tenia q jugar con su pene y yo recuerdo decirle q no. Me siguió insistiendo y como yo le decía que no el al final dijo que se lo iba a tocar el pero yo tenia q mirarlo.
Tengo esa imagen de mi primo tocándose con los ojos casi en blanco gravada en mi cabeza. Yo dejaba de mirar y el me reñía y me decía q así no se jugaba. Cuando termino se me acerco para abrazarme y recuerdo sentir un asco terrible.
Desde aquel primer día lo repitió mas veces hasta q un día salí corriendo de la habitación llorando y se ve q era mejor dejarlo.
Igual creéis q es una tontería pero aquello me hizo sentir un asco terrible por el cuerpo masculino. El primer pene que vi siendo ya adolescente me daba hasta grima y yo solo recordaba a mi primo tocándose y mirándome.
Poco a poco lo he ido superando pero se q es una herida q nunca cicatrizará del todo.