Hola chicas.
Yo no sé si lo que me está ocurriendo últimamente es un ‘ataque’ de gordofobia o es que la camarera del bar de mi facultad es un poco tonta. Os lo cuento y me dais vuestra opinión.
Cada día, entre clases, vamos a la cafetería del edificio de la facultad. Todo correcto. Soy una cafeína adicta (porque la carrera que estoy estudiando lo requiere) y a lo largo del día a lo mejor consumo 5 cafés en el mismo lugar, y ya os digo que esos 5 cafés me los sirve SIEMPRE la misma mujer.
Este dato es importante por lo que os voy a contar ahora. En cada uno de ellos, siempre y sin excepciones, la camarera acompaña mi café con un sobre de sacarina, nada de azúcar. Y, a ver, a mí que esto lo haga sin darse cuenta pues puede ser, pero es que al resto de mis acompañantes les pone su azucarillo sin problemas. Le he repetido, muchas, muchísimas veces que yo quiero también azúcar (odio la sacarina) y ella me lo cambia sin decir ni pío. Pero es que como entenderéis, lo que me ralla mucho es que dé por hecho que como soy gorda no debo tomar azúcar.
Y ya no solo eso, sino que ya le he dicho como mil veces que no quiero sacarina y ella sigue erre que erre. Llevo casi dos meses en la facultad y puedo comprender que la mujer tiene mucha clientela y eso (que tampoco es algo exagerado), pero ¿no os parece raruno que sirva su café con azúcar a todos menos a la gordita del grupo?
Es que me da la risa porque tengo la impresión de que esta tía me está lanzando mensajes en plan ‘hazzzzz dietaaaa, gooooordaaa’.
¿Qué os parece? ¿Debería ser tajante con ella y decirle que se meta el sobrecillo de sacarina por el culito o no le doy importancia?
Me ponen el café con sacarina TODOS LOS DÍAS
Inicio › Foros › Debates de actualidad › Gordofobia › Me ponen el café con sacarina TODOS LOS DÍAS
-
AutorEntradas
-
PepaInvitado
Responder1234InvitadoResponderHOla, la verdad es un poco raro, ya que de normal se pone el azucarillo, o sea en plan, como algo normativo, ya luego va el detalle de si quieres moreno, sacarina en pastillas o sobre…
No te lo tomes a mal, piensa que se pega un viaje extra para nada, ella sabrá, también se lo puedes decir cuando haces el pedido, en plan, mi cafe lo quiero con azucar y no con sacarina, que siempre me lo traes igual. Por favor, mi café con azúcar, gracias.
NurInvitadoResponderHola guapa,
Yo no me quedaría con la duda y le preguntaría directamente qué porqué insiste en darte sacarina cuando varias veces le has indicado qué lo que quieres es azúcar.
Todo lo que puedas pensar son conjeturas, ya que ni de forma directa ni subliminal te ha dicho nada, y aunque las gordas reconocemos esos mini «ataques gordofobicos» realmente no sabes si lo hace por maldad o por inercia.
RebecaiiInvitadoResponderNo te rayes. Todos los dias vamos a tomar cafe al mismo sitio y a mi me ponen mi café con azucar y a mi marido se lo ponen con sacarina aunque la odia. Falta decir que yonpeso 135 y el 79. Es que a la camarera se le ha metido en la cabeza y no hay manera de que se le vaya… no tiene nada que ver con el peso.
AmigaInvitadoReginaInvitadoDivavirtualInvitadoResponderLa sacarina no sólo la utiliza la gente que busca adelgazar, también personas diabéticas o que quieren prevenir una diabetes a futuro. A lo mejor tienes un parecido razonable con una amiga u otra chica que también va a su cafetería y pide siempre sacarina. Está claro que por mucho que se lo digas no lo recuerda; tienes dos formas de actuar, preguntarle por qué lo hace (sin faltar al respeto porque está trabajando) o llevarte azúcar de casa siempre y así vayas a donde vayas, aunque se equivoquen plantas, tú azúcar.
LadyMadridInvitadoMojiInvitadoAnnInvitadoResponderA mí me pasaba algo semejante cuando estudiaba. En mi caso era a la hora de comer, yo iba, pagaba menú como cualquier estudiante y la señora que me ponía la comida siempre siempre SIEMPRE me ponía muchísima menos cantidad que a mis compañeros de mesa. Ella decidió ponerme a dieta, lo mismo en lugar de la cantidad de comida lo que tenía que mejorar era la calidad, pero bueno. Recuerdo que un día, harta de tanta tontería la puse en su sitio y le dije que lo dinero valía tanto como el de mi amiga de 50 kg y que yo me pasaba el día entero allí con una única comida hasta que llegaba a las 10 de la noche a casa. Dejo de hacerlo automáticamente. Tal vez debas montarle un pequeño pollo un par de veces, para que deje de hacerlo solo por no escucharte liársela de nuevo.
-
AutorEntradas
Las imágenes utilizadas para ilustrar los temas del foro pertenecen a un banco de fotos de pago y en ningún caso corresponden a los protagonistas de las historias.