Resulta que tengo una talla 46. Y yo sin enterarme.
Os cuento. Tengo casi 20 años (a 3 meses de cumplirlos), un culazo de infarto y un mondonguillo cada vez más prominente, seguramente sea directamente proporcional al número de pizzas que zampo en un mes.
Sobra decir que en mi tierna adolescencia fui acosada por mi cuerpo, ya que siempre he sido la gorda de la clase. Cuando todas se compraban la ropa en Bershka, yo me apretaba en unos pantalones de la talla 42 de Stradivarius. A los 17 años o así, empecé a notar que de la 42 sólo me valían los que eran elásticos, porque si no mi culo no pasaba o mi tripa no permitía abrocharlos.
El caso es que, hasta hace un par de meses, he pensado que tenía la talla 42, aunque mi cuerpo ha seguido evolucionando, cambiando, y creciendo (a lo ancho, sobre todo), así que cuando iba a probarme la 42 elástica del Stradivarius cada vez me estaba más justa y cada vez me frustraba más. A pesar de eso, yo no me veía más gorda. Y, vale que cada vez hacen las tallas más pequeñas, pero siendo objetiva y mirando fotos me di cuenta de que, efectivamente, algo de peso había cogido.
En cuanto lo asumí (al día siguiente o así), me fui a H&M, C&A, Kiabi y Primark, y con la talla 44-46 en mente, me valía todo, y fue la primera vez que iba a comprar sin acabar frustrada y llorando. ¡Fue maravilloso!
MENOS MAL que esto me ha pillado en esta etapa de mi vida. Pienso en cómo hubiera reaccionado mi “yo” de la adolescencia y seguramente se hubiera hundido y odiado. Pero es que, joder, yo me veo sexy que te pasas ahora mismo, aunque haya cogido peso. ¡Lo que hace el amor propio y el empoderamiento!
En parte esto quiero compartirlo con vosotrxs porque esta página es gran parte de mi amor por mi cuerpo y de que haya dejado de odiarlo y de odiar ser “la gorda”. También quería que sirviera como consejo por si alguien está en mi situación: La talla que ponga en el pantalón es un número, da igual que sea 38 que 46 que 52. Tú póntelo, y si sientes una brisa de aire que te mueve el pelo, con un creccendo de una orquesta de fondo y una luz que ilumina los pantalones como cuando los magos encuentran su varita, significa que son tuyos y que te quedan de muerte, así que, ¡a comerte el mundo (y una pizza)!