No estoy en nada de acuerdo con el comentario de @Ana, que una persona que se sentía mal con su aspecto haya cambiado no le hace saber lo que piensan y sienten otras personas que son como era ella antes. Esa persona por su propia experiencia tendría que saber que hay ciertos comentarios o gestos de muy mal gusto como es el hecho de regalar una báscula, más sabiendo que su amiga le ha dicho que la dejara en paz con el rollito de vida hípermegasana. Además no sabemos si cuando le dijo que podía devolver la báscula lo dijo en tono bien u ofendida.
Sinceramente, por muy buena intención que tuviera, aunque yo creo que de buena intención nada, más bien pienso que quería presumir de su cambio, es de muy mal gusto regalar una báscula a quien no la ha pedido, es como llamar a tu amiga gorda a la cara y no con cariño. Yo no podría seguir siendo amiga de alguien que me trata así. De echo yo tuve una amiga que más de una vez criticó mi manera de vestir porque me sobraban unos cuantos kilos y le daba rabia que yo ligara, a veces más que ella. Y hace 10 años que no se de ella, y no la echo de menos ni un segundo.

Me pasó parecido con una amiga. He pasado por una mala racha que, entre otras cosas, me provocó «apatía sexual» lo cual me estaba creando conflictos con mi pareja y ella insistió en que me comprara un satisfier. A mi no me apetecía nada y me lo acabó regalando ella, con toda su buena fe, pero al final se lo devolví sin abrir, porque a no apetece usarlo y punto.
Con esto te quiero decir, que no tengas miedo de devolverla un regalo que te hace sentir mal. No es un perfume que no te gusta, pero puedes dejar en una esquina del armario, para no ofender a tu amiga. Es algo que cada vez que mires, te va a hacer comerte un poco la cabeza. Las decisiones personales, las tenemos que tomar nosotras, nadie más, ni nuestra pareja, ni nuestras amigas, ni nadie. Haz la dieta cuando tú estés convencida y preparada mentalmente, no cuando te lo diga tu entorno.