Tu hija es tuya, la educas tú. Sus comentarios no pintan nada, y menos si son directos a la pequeña. Todavía sería normal que te diese su opinión estando a solas, pero que se quedase en eso, en opinión. No puede venir un tío a decirte como educar a tu hija y menos tomarse ciertas licencias y tratarla como el quiera. O marcas bien los límites y lo pones en su sitio o te alejas, pero no permitas ni una sola vez más que machaque a tu hija.

Mi madre tuvo un novio así cuando yo tenía la misma edad que tu hija, y la verdad es que por culpa de su machaque emocional acabé con una depresión muy fuerte. Él solo remarcaba lo malo de mí, mi madre callada, hasta él llegó a pegarme y a decirme cosas como «no vales ni para puta» a diario (sí, de los 9 a los 15 tuve que vivir eso) y mi autoestima está en la mierda por ello.

Tu hija primero y luego tu novio. Él puede ser todo lo amable y dulce contigo, pero eso no quita que sea un maltratador verbal y emocional con tu pequeña. Ahí afuera hay muchísimos hombres que valen la pena y pueden ser buenos padres, créeme. No te conozco, pero sé de sobras que mereces a un hombre igual de increíble que tú y tu hija.

Sinceramente me pareces y con perdón una payasa que estas aquí esperando que te digan que hables con el, cuando tu sabes que ya has hablado y el sigue. Lo primero son tus hijos, no un novio, y si dices que te hace sentir como q no has sabido criarla, el problema lo tienes tu que eliges antes un novio que a una hija, no el que te dice todas esas cosas porque el puede decir misa eres tu la que tiene que cortarle y poner a tu hija ante todo. Mucho no quieres tu a tu hija si dejas que ese le diga de todo y tu aún pensando en que hacer, es que vamos

Yo estuve saliendo con un chico que me decía que mis hijos no eran problema, que se llevaba genial con los niños y que él adoraba a sus sobrinas. Vivíamos a unos 80 km de distancia y siempre era yo quien se trasladaba a su casa a pasar el finde… Tuve unas semanas el coche en el mecánico y fue él quien estuvo viniendo unos 5 fines de semana y va me dice que la situación le estaba ancha, que necesitaba tiempo y espacio.
Le regalé un reloj y una nave espacial…
Tú misma, cariño.