No sé por dónde empezar porque esto tiene para rato, pero son las 4 de la mañana, no puedo pegar ojo y necesito desahogarme.
Estoy embarazada de cinco meses, es un bebé super buscado, pasé por un aborto hace meses y fue bastante desolador.
Por cuestiones de la vida mi marido y yo vivíamos en el extranjero hasta hace un mes, y en septiembre nos mudamos a otro país distinto, aún más lejos que antes. Así que hemos venido a pasar el verano a nuestro país (dos meses). Mi embarazo está siendo complicado, estoy cansada y con mucho malestar todo el tiempo, pero él me está cuidando un montón. Por practicidad mi marido insistió en que pasáramos el verano en casa de mis suegros porque ellos uno de los dos meses se iban a ir fuera (es un piso de 120m²), yo estaba bastante reticente porque la relación con mis suegros siempre ha sido muy complicada, son controladores, no parece que entiendan que su hijo es un adulto, se meten donde no les llaman y en cuanto les pones límites mi suegra monta un drama inmenso.
Al final me insistió, cedí y como yo ya imaginaba se complicó todo. Para empezar nos hicieron gestionar toda la mudanza (la recepción de cajas) en cinco días y no paraban de insistirle a su hijo que tirara sus cosas que no las necesitaba. Yo, por mi parte fui cogiendo mis cosas y parte de las nuestras como matrimonio y me las fui llevando a casa de mi madre porque vaya, me veía el panorama. Desde el primer momento nos hicieron sentir un estorbo, todo lo que hacíamos lo hacíamos mal, si encendíamos el aire acondicionado porque hacia 40° que gastábamos demasiado (Les ofrecimos pagarles el extra que implicara la luz porque era imposible dormir con ese calor. No son personas con carencias, acaban de comprarse un piso a tocateja y tienen otras propiedades en alquiler), si teníamos una reunión de trabajo que es que no respetábamos a los demás, que nuestras cosas ocupaban demasiado... Yo procuraba mantener un perfil bajo para no tener problemas, pasaba del cuarto al baño, del baño a la cocina, de la cocina al cuarto, si ellos estaban en casa procuraba no usar los espacios comunes. Me fui incluso diez días de viaje para no ser una carga en su casa y si podía quedar con gente fuera lo hacía.
Ayer finalmente se marcharon a la casa del campo que tienen y nos invitaron a comer, a mi no me apetecía ir, pero entiendo que estamos dos meses aquí para irnos más de un año fuera y que quieren pasar tiempo con su hijo.
Entonces se ha liado. Habíamos terminado de comer y mi suegra ha dicho que como no queremos contar el sexo del bebé ni revelar el nombre, que a ella le cuesta mucho imaginarse que exista y que es «una cosa abstracta», que dejemos de llamarle por el apodo cariñoso que le hemos puesto porque es feo.
A mi me ha sentado muy mal esto pero como con todo lo demás me he callado la boca, porque no quiero sumarme estrés, ni líos, pero mi marido que me ha visto decaída ha insistido (a pesar de pedirle que no lo hiciera) en hablar con su madre.
BUENO. La mujer se ha puesto a gritarnos a los dos, que esa era su casa y que ella es una persona con emociones y sentimientos y que está en su derecho de decir lo que a ella le de la gana. Yo estaba al borde del llanto después de que ella lo repitiera varias veces y dijera cosas como «Nos hemos tenido que esforzar mucho en convivir con vosotros y así nos lo agradeceis.» Le he dicho que nosotros también somos personas con emociones y sentimientos, que nos ha hecho sentir mal y que mi bebé no es «una cosa abstracta» que lo llevo dentro y que su comentario ha sido desagradable. Ella se ha puesto a gritar y luego se ha metido dentro de casa sin despedirse.
En fin, yo le he dicho a mi marido que yo no iba a dormir en casa de ellos tal y como estaba el panorama, que me iba a casa de mi madre. Ellos a pesar de que se iban a quedar en la casa de campo, han bajado a la ciudad para dormir en su piso y ya que estaban seguir discutiendo con su hijo. Le han dicho cosas muy feas, le han seguido gritando y le han hablado muy mal de mi. Que no paro de quejarme porque me encuentro mal y que duermo demasiado, que el otro día le pedí a su madre un vaso de agua (estaba literal de pie frente a la nevera) que menuda vergüenza y que él es un sumiso que me consiente todo y que él verá con quién se ha casado. Han llegado a decirle a mi marido que si hoy se venía a dormir conmigo a casa de mi madre que no volviera y cuando estaba saliendo por la puerta le han dicho «Estás entre dos aguas y tendrás que elegir con cuál te quedas». Por si fuera poco han hecho muy relevante que ellos tienen derechos como ABUELOS (de esa cosa abstracta).
Yo no quiero seguir dependiendo de su casa, quiero coger mis cosas y en septiembre largarme muy lejos a la derecha, y no verlos hasta el verano que viene si tal. Pero su hijo está en una situación muy delicada porque encima ellos se han empeñado en venir a vernos pocos dias después del parto y quedarse dos semanas en nuestra casa. Yo no quiero verme en esas, creo que ya bastante duro va a ser dar a luz en un país extranjero, lejos de mi familia, para tener que lidiar con estas personas recién parida. Su hijo va a estar trabajando y yo conviviendo con ellos 24/7 y sinceramente, no lo veo viable.
Yo solo quiero que me dejen en paz, no quiero estrés, no quiero dramas extra. Suficiente tengo con dos mudanzas internacionales, un verano caluroso con un embarazo difícil, y sin privacidad alguna con mi marido.
En fin, no se bien que debería hacer, me siento egoísta por no querer ceder, pero siento que si no pongo límites ahora después será imposible.