Siempre se habla de que cuando descubrimos que nuestras parejas tienen alguna adicción pensamos en huir o nos cuestionamos si seguir adelante con ellas. Hoy quiero darle la vuelta a esto con mi historia. La de mi pareja en realidad. Expareja. Llevaba casi siete años con él y me enteré hace ocho meses que era ludópata.
Empezamos en una asociación en Barcelona, pero a los pocos meses me dejó porque según el no quería cargarme con esto y se sentía muy culpable. A la semana volvió diciéndome que me echaba mucho de menos y arrepentido. Durante estos cuatro meses últimos habíamos mejorado muchísimo la comunicación, iba a terapia con él, hablábamos todo, teníamos nuestros días de bajón, el me decía que le costaba mucho mantener la relación pero que poco a poco iba a mejor, le pregunté que si era desamor y me dijo que no.
Total, hace dos días me dejó otra vez de la misma manera que la primera. No me lo esperaba para nada y ha sido totalmente devastador. He estado varios meses en terapia con él y no había escuchado nunca que la persona enferma dejase a un familiar,y tampoco encuentro respuestas ni sentido a la rotura salvo que, o bien que la culpa le come por dentro, o igual que es desamor y no ha sido sincero, así que abro este hilo para que podamos compartir experiencias y puntos de vista ante este tipo de escenarios.