Hola, mi nombre es Marea, y parece que he tardado más tiempo del que esperaba en escribir este artículo. Principalmente porque lo he empezado y borrado mil veces, hay demasiadas cosas que quiero explicar sobre esto, y se me hacia un texto demasiado largo.
Pero empecemos por el motivo que os escribo. Soy una chica de 29 años, que en los últimos tiempos ha leído en esta comunidad varios mensajes escritos por personas que sufren algún tipo de problema de salud mental, ya sea en su propia piel o en la de un ser querido. Yo sufro trastorno bipolar del tipo 2. No, no os voy a explicar en este post en que consiste el trastorno bipolar porque esa información ya está en Internet, incluso la he visto en este mismo foro (aunque os voy a dejar este enlace aquí para que refresquéis la información si lo necesitáis https://www.trastornolimite.com/trastornos/el-trastorno-bipolar), lo que os quiero explicar es como ha sido mi experiencia con el trastorno, ya que esta información no te la puede dar ningún médico. Hay que tener en cuenta que yo NO soy personal sanitario, este texto se basa en mis vivencias personales y en la información que a mí me habría gustado tener cuando me diagnosticaron.
Hace un poco más de 5 años, después de una crisis maníaca muy gorda, que estuve arrastrando durante varios meses en los que hice muchísimas locuras impropias de mi persona, aterricé en la unidad psiquiátrica del Hospital Clínic de Barcelona. Cuando llegue allí, la manía ya se había terminado y estaba sufriendo una depresión de caballo que me estaba imposibilitando la vida normal.
Desde ese momento, como no se sabe mucho que provoca este trastorno, ni de cómo funciona en el cerebro, me convertí un poco en un conejillo de indias. No me malinterpretéis, el personal del Hospital Clínic es maravilloso, y desde el primer día se han esforzado mucho para mejorar mi vida, pero no os voy a engañar, la recuperación es muy lenta y es un hastío. No os imagináis la cantidad de fármacos que he tenido que probar a lo largo de estos años hasta encontrar la combinación que funciona en mi cuerpo, porque cada cabeza es un mundo, y lo que funciona para mí, no funciona para otro.
Durante mi periplo hasta la estabilidad me han tratado varios psiquiatras, tantos que ni recuerdo el nombre de todos ellos. Durante los últimos cuatro años he estado sufriendo muchísimos altos y bajos, vamos que he estado ciclando a una velocidad que no era del todo normal. 2018 y 2019 fueron especialmente duros porque muchos de los tratamientos me suprimían cualquier tipo de emoción, dejé de sentir alegría o tristeza durante muchos meses, no podía reírme nunca y estaba extremadamente cansada. Aun así, yo soy lo que se llama una persona “funcional” porque pese a mi desorden nunca he necesitado un ingreso y no he necesitado dejar de trabajar ni una sola semana durante los últimos 5 años, de modo que podía considerarme una persona afortunada, pese a lo desgraciada que era.
En 2019, como mi estado no mejoraba, por fin mi psiquiatra me derivo a psicología y pude recibir la ayuda que necesitaba. Después de varios meses de terapia con la psicóloga de la seguridad social, puedo decir que ya estoy casi lista para recibir el alta de este servicio y seguir sólo con alguna visita de control a mi psiquiatra, ya que él debe controlar mi medicación. Sé que este post no contiene muchos detalles porque mi historia es muy larga y no sabría que detalles son los más o menos importantes.
Lo que os quiero decir, es que se puede salir el bache. Sé que será un proceso muy duro, a mí misma me ha llevado muchos años, para poder salir no podéis dejar que toda esta responsabilidad recaiga en manos del personal sanitario, que, aunque sea maravilloso, no puede hacer todo el trabajo por vosotros. Es muy importante que leáis, que os informéis muy bien de lo que os está pasando, porque solo así podréis aprender a reconocer los síntomas que ayudaran a vuestros médicos a recorrer con vosotros el largo camino a la recuperación. Digo esto porque los trastornos mentales NO son visibles. No los encontraréis en un TAC, que os aconsejen conocer vuestro cuerpo es la mejor ayuda que podréis recibir. El cuerpo siempre avisa cuando las crisis llegan por eso es tan importante estar informado y aprender a escucharse a uno mismo. Eso me lo enseño mi psicóloga, y creo que ha sido la clave de todo este proceso. Yo, por ejemplo, me apuntaba en mi agenda cada día como me había sentido durante el día, aunque fuesen solo un par de líneas así cualquier cosa extraña quedaba registrada y podía consultarla en caso de que tuviese una duda.
A día de hoy, casi un año después vuelvo a disfrutar de las cosas que me gustan, ya ni siquiera necesito apuntarme en un cuaderno como me siento, aunque lo sigo haciendo como red de seguridad, y prácticamente no necesito ya ningún fármaco. Incluso es posible que en el futuro pueda volver a vivir sin ellos, aunque no puedo asegurarlo todavía. Sé que será un camino muy duro, pero si yo he podido, vosotros también podéis.
He escrito este texto principalmente porque pienso que, si al principio de toda esta espiral de autodestrucción en la que viví tantos años, alguien me hubiese explicado esto, mi recuperación habría sido mucho más rápida. Así que por favor, si os sentiis identificados con los síntomas de esta u otra patología mental, acudid a vuestro centro de salud para que os indiquen como proceder. Si mis palabras pueden servir de guía a alguien que pase por lo mismo que yo, habrá valido la pena el proceso tan largo por el que yo he tenido que pasar. Mi Instagram @losmundosdemarea está abierta a cualquier pregunta que queráis hacerme, o través de este mismo foro. Estaré encanta de poder contestar con algunos de los trucos que me han ayudado.
Gracias por leerme, os deseo una rápida mejora.