Hola,
No sé ni cómo empezar a escribir, llevo una hora llorando y no quería molestar a ningún amigo para quejarme de nuevo sobre el mismo tema. Voy a empezar desde el principio.
Cuando era adolescente pesaba 63 kg, mido 1,65m. Entrenaba en piscina y hacía triatlón, aún así, al tener los hombros anchos por ser nadadora toda mi vida, y un poco por genética, me llamaban gorda. Siempre he tenido problemas de hormonas, me vino la regla con 8 años y con 10 tenía mucho pecho y era muy alta para mi edad, entonces los niños se metían conmigo. Cada vez que tenía que ir a comprar ropa era una odisea, lo pasaba fatal, porque la ropa de niña no me servía de alto, incluso el vestido de la comunión me costó encontrarlo (Medía 1,60. Sólo crecí 5 cm después de que me bajara la regla) A los 12 tuvieron que operarme y quitarme bultos en la espalda provocados por las hormonas.
Bien, en mi familia todas las mujeres han tenido hipotiroidismo, y antes de comenzar este relato no me quiero escudar en ese problema, de verdad, quiero enfrentar las cosas como son.
Nunca me ha gustado mi cuerpo de todo, incluso siendo adolescente, de hecho con lo que pesaba creía que estaba gorda, y el médico me decía que no, que estaba bien, pero yo me obsesionaba con que no, en una excursión en cuarto de la ESO decidieron hacerme una foto en bikini y en medio de la gala de fin de curso la pusieron y la gente se rió de mi cuerpo, tarde tiempo en poder ir a la playa (Decir que vivo en un pueblo de 5.000 habitantes) Después de eso y tras que un chico de mi clase decidiera hacerme la zancadilla, caí encima de la esquina de una acera con la rodilla, me la fastidié para muchísimo tiempo, tuve que dejar la natación, y fue ahí cuando empezó mi declive.
A los 19 años se murió un familiar directo y empecé con eso de la ansiedad, me daban ataques de pánico nocturnos todas las noches y estaba obsesionada con vigilar cada movimiento de todos los seres que quería para comprobar que estaban bien. Tuve que medicarme y acudir a terapia psicológica porque estaba obsesionada con proteger a todo el mundo.
Después de mejorar, sobre los 20-21, empecé a refugiarme un poco en la comida, en un año engordé casi 11 kg y adelgacé como 6 kg, fue ahí cuando empecé a salir con mi primer novio formal, que el vivía en Madrid por estudios y yo seguía en Galicia, la relación fue un poco tóxica y sufrí lo que se conoce como maltrato psicológico, no sabía lo que era hasta que acudí de nuevo al psicólogo y me lo explicó. Esa relación duró un año pero no sería hasta dos años después hasta que me dicidiera a dejar otra vez que entrara un hombre en mi vida. Durante esos años me faltó la regla unos 6 meses y acudí al ginecólogo pero no me encontró nada malo, después de ir al médico a hacer los análisis descubrí lo que era el hipotiroidismo, la primera vez lo pude quemar porque no era muy alta la cifra, la segunda vez que apareció me dieron la pastilla y fue cuando descubrimos que no, no me sienta bien la pastilla y tuvieron que quitármela, cada vez la cosa va a más y como siga subiendo la cifra me van a tener que operar.
En todos estos años, hasta los 25 que tengo ahora, he engordado un total de 40 kg, los últimos en estas fechas tan estupendas y peso 100 kg. En todos estos años he tenido épocas de cuidarme muy poco y presionarme con adelgazar, obsesionada por escuchar a mi madre diciéndome que ella con mi edad tenía un cuerpo estupendo y después la tiroides le arruinó su fantástico cuerpo, he visto como ella ha engordado dejándose llevar con la excusa de la tiroides, y yo me he dejado llevar por vacíos emocionales, porque es verdad, no solo es la tiroides.
Hoy mismo, mi madre me ha mirado para decirme que mirarme daba vergüenza, que no paro de engordar, y ha decidido que mi padre también debía participar diciéndome que ellos están sanos (fuman y solo comen fritos y no, no están delgados) y que yo no porque por culpa del teletrabajo y el máster ahora mismo me paso muchas horas sentada.
Lo que voy a decir a continuación es cierto: no como nada frito, me preparo mí comida a parte, una botella de aceite me dura meses, como legumbres 2 veces o 1 por semana, carne 3 veces, pescado 4 veces y el resto lo lleno con verduras y frutas y a veces cereales u semejantes. No fumo, casi no bebo alcohol (1 cerveza o 2 copas de vino al mes) y no pruebo las bebidas azucaradas, no tomo azúcar, es cierto que uso stevia para el café pero los yogures y los tés los tomo sin azúcar. Antes de la cuarentena iba a caminar 1h al día, a la piscina 3 veces por semana y clases de zumba 2 veces. Ahora, al tener que volver al pueblo y por el confinamiento por el momento solo voy a caminar 1.30h al día, tengo pensado añadir ejercicios de pesa y bici hasta llegar a 3h de ejercicio diario.
Sabéis que el hipotiroidismo desacelera el metabolismo, por eso necesito más ejercicio. Llevo desde noviembre intentando cuidarme de esta manera, es cierto que durante el confinamiento comí algún trozo de tarta y helado, tampoco voy a mentir, no quería obsesionarme tanto y quizás fallé en eso.
Tengo miedo, de no conseguir adelgazar, desesperación porque me esfuerzo pero no veo resultados, me cuesta salir a la calle porque siento asco de mí misma, y no ayuda escuchar a mi madre diciéndome día sí y día también lo fea que me he puesto. No soy capaz de ir a la playa ni de ponerme en camiseta de tirantes, la ropa cuanto más ancha mejor y si puedo evitar mirarme en el espejo pues mucho mejor. Tengo miedo de hundirme del todo y quiero coger mis últimas bocanadas de fuerza para seguir intentándolo pero cada día me siento más presionada y me cuesta más.
Sólo quería hablar con alguien que pudiera entender lo que es odiarse y que te rechacen por ser gorda porque ya no sé con quien hablarlo y me gustaría poder conseguir que entre todas pudiésemos encontrar un respeto mutuo y un poco de unión para ayudarnos.
Gracias por leer mi antiguo testamento.
Gracias, de verdad.