Tiene 15 años, es insoportable y se cree que todo el mundo gira en torno a ella.
El finde pasado hizo su primer ‘botellón’, al aire libre y todas con mascarilla (???).
Vino a pedirme 5€ el viernes, le dije que pa qué, me dijo que para alcohol, le dije que qué iba a comprar y me dijo que Jäger. ¿¡PERO COMO TE VAS A COMPRAR JÄGER EN TU PRIMER BOTELLÓN TU ESTÁS TONTA?!
¿No es lo que bebe todo el mundo?
Casi la mato de verdad, le dije que malibú con piña o vodka azul, que es lo que bebe TODO el mundo al principio, que no se bebiera más de dos y que ni de coña se lo iba a financiar yo. ¿A quién le sacó los 5 lereles? Pues al abuelo.
El caso es que lo iban a hacer al salir del instituto, en el campo de una amiga suya, para estar al aire libre, se subieron un altavoz y ahí estaban las cuatro monicacas bebiendo solas.
¿¡Qué hicieron?! Pues cometer TODOS los errores de los principiantes, no compraron hielos y compraron UNA botella de fanta para las cuatro.
El resto os lo imagináis, al parecer mi hermana encima es la más valiente de todas y cuando se acabó la fanta pues ale, vodka azul al pecho sin hielo y sin mezcla. Porque ella es así, la más chula.
Pues no estaba yo estudiando para mi último examen cuando me llama un número que no tengo guardado y empieza a gritarme llorando una de sus amigas que mi hermana se está muriendo?????
Mira, casi me da un infarto, les digo que me pasen ubicación, que voy enseguida. Llego y me veo a mi hermana hecha un CUADRO de exposición, tirada en el suelo, balbuceando, entre potao por todas partes…
¿¡Qué ha bebido, qué le habéis hecho?! ‘Pues a ver, se ha puesto muy pedo y hemos buscado en google como quitárselo’.
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJJ
O SEA, DE VERDAD, LA OBRA DE TEATRO QUE SE MONTARON.
Destaco: le dieron café con sal, la ducharon con agua HELADA, le dieron un Finder bueno con pan, la hicieron beberse un litro de agua y le pegaron tortazos, literalmente.
La levanté, le di tres vueltas por el campo, me la llevé a casa sin decirles nada a mis padres y la acosté a dormir la mona.
Al día siguiente me reí de su resaca y con orgullo puedo decir que he vivido su primer ‘tata, no voy a volver a beber nunca más’.