Hola a todos, es la primera vez que escribo en un sitio así pero supongo que realmente necesito contar mi año 2020… Aunque la verdad, es que mi Jumanji empezó después de la cuarentena.
La verdad es que todo empezó muy bien, durante la cuarentena retomé en contacto con un antiguo folla-amigo (pero encima de estos que también son amigos de verdad), con el que lo había dejado porque yo me había mudado de ciudad y justo a tiempo, ya que me estaba enamorando de él sin darme cuenta.
Al poco tiempo, a finales de junio, principio de julio, estuvo mirando para venir a verme pero un combo entre las maravillosas combinaciones de autobús de donde él vive y sus horarios de trabajo lo hizo imposible. Aún así quedamos en irnos juntos de vacaciones la segunda semana de agosto ya que él no tenía que trabajar.
Hasta aquí todo maravilloso, verdad?
Tres o cuatro días antes de irme de vacaciones con él me entero de que mi hermano se va a divorciar. Lo he pasado muy mal por él pero ahora, después de estos meses me pregunto, ¿y quién se preocupa o quién pregunta qué pasa con el resto de la familia? El ha perdido a su mujer, pero yo también he perdido una hermana (que conste que con esto no estoy restando la importancia que tiene para mi hermano, ni el hecho de que yo estaba más preocupada por él que por cualquier otra cosa).
A toda esto, la persona en la que me había estado apoyando todo este tiempo, la que se había preocupado de que no me sintiese sola a pesar del aislamiento que estamos sufriendo todos, y de que siempre tuviese alguien con quien contar, como no, había sido ÉL. Mi principal y casi único apoyo en todo el año.
Vuelvo al asunto de mi hermano. En ese momento, yo me vi un poco superada por la situación. Soy la hermana pequeña (13 años de diferencia), y me vi como la adulta, responsable y sabia de la familia. Mi madre, obviamente preocupada por su hijo, se apoyaba en mí (con el resto de nuestra familia no se puede hablar); mi hermano, que no quería hablar con nadie, solo contaba conmigo. No me contaba nada en particular, pero siempre que necesitaba alguien ahí estaba yo. Mientras tanto yo aguantaba, siempre con buena cara, con consejos racionales, tragándome todo hasta que hablaba con él y por fin podía ser vulnerable, desmoronarme, desahogarme y sí, por qué no, incluso ser la niña pequeña.
Llegó agosto y nos fuimos de vacaciones. Ahí me di cuenta de que le quería, y le dije que yo no quería seguir así, viéndonos dos veces al año, follando y ya, que quería más. Quedamos no en tener una relación, sino en hacer por vernos cada mes y medio o así y ver hacia donde iban las cosas.
En ese momento me sentía la persona más culpable del mundo por ser tan sumamente feliz, como en mi vida lo había sido, mientras la gente de mi alrededor estaba sufriendo tanto.
Volví de vacaciones y Jumanji decidió que ya había sido introducción suficiente, que iba a empezar el juego de verdad.
Mi hermano vino a verme. Resulta que su exmujer le había dejado porque de repente ella no quería tener hijos, que tiene la gran sospecha de que le había dejado por otra persona, que se había estado metiendo cocaína después de la ruptura, le quería quitar a la perra y le habían diagnosticado una enfermedad de estas que acaban en cáncer.
No está mal para ser la segunda casilla no?
Lo estaba pasando fatal, seguía poniendo buena cara, haciendo de la fuerte de la familia pero, llamando a mi ancla para poder desmoronarme y armarme otra vez antes de la siguiente llamada familiar.
Después de esto empecé a tener un miedo irracional (ya que no había motivos) y atroz a perderle. Nada me había dado tanto miedo en mi vida. Tanto que hasta lo podía sentir físicamente.
Tercera casilla.
A las dos o tres semanas le detectan un tumor a mi perro. Se lo extirpan y parece que debería ir a más.
El primer fin de semana de octubre volvemos a vernos. Y aquí ya, Jumanji decide que es momento de una fiesta.
Me ha dejado. Me ha dicho que no es justo para mí que esté con alguien que no me quiere, que no es capaz de querer a nadie. Le hicieron mucho daño en el pasado y, según él, esta roto. Que le gustaría que no fuese así. Según él me tiene mucho cariño y aprecio, y siente por mí más de lo que ha sentido por nadie en años y que se ha abierto más de lo que se había abierto con nadie en su vida, pero no me quiere.
En ese momento dejé de hablar de las cosas que me pasaban, no me sentía capaz de exteriorizar nada verbalmente, solo podía llorar. Ahora esto no ha mejorado, no soy capaz de hablar de nada de lo que ha pasado a partir de aquí pero, por lo menos, estoy siendo capaz de escribir aquí lo que pasó, aunque sea muy resumido.
Ese mismo día, mientras estaba hecha una pelotita con la manta y los pañuelos en el sofá me llegó un Whatsapp, a una antigua profesora y gran amiga le habían diagnosticado cáncer de mama. La operarían en un par de semanas.
Semana siguiente, mi madre va al médico por un bulto que tiene en una pierna. Resulta que puede ser un tumor, aunque no se sabe si benigno y maligno. La operan este lunes, a ver que dicen.
A mi perro le sale otro bulto. Parece que le están saliendo más mas rápido de lo que esperaban los veterinarios. A los dos días murió el hermano de una de mis mejores amigas.
Semana siguiente, o sea esta ya. Hace semana y media que me tenía que haber bajado la regla y no lo hace (soy puntual cual reloj). Ayer me hice un test de embarazo y me dio negativo, aún así sigue sin bajarme. Lo repetiré dentro de un par de días si no llega.
Por favor, no me malinterpretéis lo que voy a decir a continuación porque va desde mi punto de vista, no desde una perspectiva global. Al final, el COVID, es lo menos malo que me ha pasado este año.
Ya no puedo más, apenas consigo dormir bien una noche a la semana si llega y me despierto con miedo simplemente esperando a ver qué será lo siguiente.
Como ya he dicho en el momento que me dejaron dejé de hablar de mis cosas, no soy capaz, no sé si no aún no estoy preparada o si simplemente no puedo. Y ya sé que va a sonar contradictorio ya que no he pedido ayuda ni he ido a hablar con nadie pero tampoco he sentido que ningún amigo estuviese ahí para mí. Normalmente las personas con las que hablaría serían ÉL, mi madre, mi hermano y la amiga cuyo hermano ha muerto. Casualmente las únicas personas con las que ahora mismo no puedo hablar, ya tienen bastante con lo suyo.
Ahora mismo básicamente lo único que hago es trabajar todo lo que puedo y más, ver series y el paseo con el perro escuchando cualquier audiolibro, música, podcast o incluso una serie. Cualquier cosa que me evite pensar. Por favor, no me digáis que acuda a un profesional; desgraciadamente es un lujo que ahora miso no me puedo permitir.
Perdón por la parrafada y gracias por «escucharme»