Desde que he sido madre me he dado cuenta que la conciliación en este país no existe.
Tengo un bebé de 10 meses y cuando me incorporé de la baja al principio, me iba todos los días llorando al trabajo.
Por desgracia no he podido reducirme la jornada y mis horarios son asquerosos, saliendo a las 22,00h de trabajar, fines de semana y cuando llegó a casa mi niño está dormido ya obviamente.
Me produce tanta pena estar perdiendome cosas de él…
Llevo muchos meses dándole vueltas al asunto para emprender por mi cuenta y así poder conciliar y ponerme mis propios horarios.
Siempre se me ha dado bien la fotografía. No soy profesional ni muchísimo menos, para ello tendría que hacerme algún curso especializándome algo más, pero todo el mundo que me conoce me dice que tengo mucho talento y que tengo muy buen ojo para la fotografia.
Me llama mucho en concreto la fotografía tipo newborn y niños, que hoy en día es bastante popular y muy demandado.
Estoy muy ilusionada por este proyecto y me encuentro trabas en el camino: mi marido.
Siempre que encuentro ilusión por algo me lo tira por el suelo y veo que en este proyecto en lugar de darme apoyo y ánimos hace justo todo lo contrario. Me desanima, todo lo ve negro y se me quitan las ganas de todo.