Pues no le hagas ni el desayuno ni la comida para que se lleve a trabajar. Le dices que, como comprenderá, tú estás muy ocupada cuidando del niño durante el día, que también es un trabajo a tiempo completo, y que no te da la vida para más. Que tal vez, si pudieras descansar algo mejor, tendrías fuerzas para cocinar para él. Y si puedes no poner alguna lavadora y que tenga que ir un par de días cochino al trabajo, mejor.
Si sigue sin recapacitar, búscate un trabajo y ayuda con el peque y le das puerta. Eres madre de tu hijo, no del de tu suegra.