Llevo 6 años con el que estoy segura es el hombre de mi vida.
Desde hace unos meses he notado que nuestra relación se ha enfriado, en todos los campos, pero sinceramente pensaba que era una crisis (la primera como tal), o que habíamos empezado a caer en una monotonía provocada por trabajar, estudiar y entrenar, día tras día… Error. En Semana Santa, mientras veíamos una película en Netflix vi que él no miraba al TV, que miraba al techo. Le pregunté: «¿Qué te pasa?» Y, por primera vez en 6 años, se echó a llorar y me dijo: NO ESTOY BIEN. CREO QUE LO MEJOR ES QUE DEJEMOS DE ESTAR JUNTOS.
Me rompí (intento juntar los trozos aún). Cuando le pregunté por qué decía eso, me dio estos motivos:
1. Es hijo único monoparental y su madre está sumida en una depresión diagnosticada y tratada desde hace muchos años. Esto ya lo sabía, lo que no sabía es que la cosa está yendo a más y él no logra que ella remonte de ninguna manera. Su entorno familiar no ayuda tampoco. Él está hundido por ver a su madre así ya que ésta solo se dirige a él para desahogarse, ya sea llorándole o gritándole.
2. Ahora mismo él está en el paro y, desde que le conozco, está preparándose unas oposiciones bastante difíciles… Siempre se ha mostrado optimista y nunca ha decaído (o al menos lo ha hecho ver) estudiando, entrenando y preparándose en todos los sentidos para lograrlo. Pero ahora algo ha cambiado, me ha confesado que se siente inútil, que siente que no vale nada, que todos consiguen una plaza menos él, que está acabado y que se ha dado cuenta que no está ni a mi altura, ni a la altura de mis amigos… que todos tienen éxito en la vida profesional menos él, y que no quiere que me vea arrastrada a su mierda porque yo «le doy mil vueltas».
3. La lápida que ha provocado que me dirija a ustedes en busca de ayuda, es la siguiente frase que me dijo entre lágrimas: «Te quiero, y porque te quiero necesito que te alejes de mi. No te puedo dar todo lo que necesitas y mereces, emocionalmente hablando. Me cuesta un esfuerzo darte un simple abrazo». Bien es cierto que, desde hace un par de semanas le venía notando más frío, más distraído. Me daba un beso al llegar a casa y otro al irse, por mera rutina. No hablemos del sexo porque ya no recuerdo qué era eso. Pero, tonta de mí, pensaba que era lo dicho… una crisis. ¿Qué pareja no la tiene?
4. Obvio, antes de saber todo lo que le está sucediendo en su casa con su familia, y el cómo de mal se siente él, por mi mente pasaron muchísimas posibilidades: ya no me quiere, está con otra… y así.
Tras hablar con él durante horas y horas, le hice ver que no era justo que me alejara cuando él se sentía mal, ya que cuando ha sucedido a la inversa (y han sido muchas las ocasiones), él siempre ha estado ahí. Sin pedírselo, sin cuestionar nada. Ahora me toca a mi estar ahí.
El me ha dicho que entiende mi postura, y que es verdad que no está siendo justo alejándome, pero que creía que era lo mejor para mí, para que no sufriera al estar al lado de él.
Yo no le puedo querer más, estoy enamorada de él más que el primer día. Sé que suena cursi, pero es verdad. Y quiero ayudarle, pero no sé cómo. Por eso recurro a ustedes: ¿CÓMO PUEDO AYUDARLE Y SALVAR NUESTRA RELACIÓN? Teníamos muchos planes en mente, el primordial: la familia que queríamos formar. Y no quiero que eso se esfume. Le quiero, le necesito bien, y sé que éste no es un proceso rápido ni fugaz, sé que llevará tiempo y que me necesitará a su lado.
Necesito saber cómo animarle, qué decirle, si en esta situación es bueno hablar con él más, o simplemente callar y esperar a que hable él, si lo ideal es que le sorprenda con planes, o preguntarle primero… AYUDA POR FAVOR.