No son mis amigas, son mis compañeras de piso. Y las dos (aunque especialmente una), se pasan el día follando.
El problema no es que follen, es que meten en casa cada día de la semana a un desconocido al que me tengo que encontrar en el salón, baño o cocina.
Es que encima una de ellas grita como una perra y me he llegado a pasar noches sin dormir escuchando cómo gime.
He intentado habarlo con ellas pero me dicen que soy una amargada, y que me molesta porque yo no follo.
Qué creéis que puedo hacer.