¡Hola preciosas! No sé por dónde empezar con lo que quiero contaros por aquí. Jamás he escrito en vuestro foro pero os leo desde hace años. Siempre pensé que sería esa chica valiente que contaría su experiencia divertida en la cama con algún chico, alguna cita Tinder que ha salido mal, o simplemente para prestar consejos a aquellas que lo necesiten. Pero nada de eso me trae hoy aquí. Me estreno para contaros algo que no me he atrevido a contar a nadie desde que pasó y lo hago bajo un seudónimo porque así siento que nadie podrá juzgarme, porque admitámoslo, cuando estás rota, que alguien te juzgue es sinónimo de una posible explosión sin precedentes…
Hace un año, por estas fechas, salía con un chico menor que yo. No puedo explicar como de mal me encontraba en ese momento para estar con él, ya que los problemas que abordaban mi vida eran innumerables y él, a pesar de toda la mierda que traía consigo, hice que se convirtiera en mi principal apoyo. No era uno de esos chicos jóvenes que son maduros. Para nada. Era un crío y yo me comportaba como su madre. Era terrible, pero era un clavo en el que agarrarme hasta que amainara la tormenta. Por entonces no lo comprendía, pensaba que era amor, ahora me entiendo mejor a mí misma. Ahora sé que pasó.
He de decir, antes de ahondar más en mi historia, que durante los primeros meses descubrí que no era una persona corriente. No le gustaba la gente, apenas hablaba y solo sabía comunicarse a través de las nuevas tecnologías. (No, tampoco pareció importarme esta forma de ser). Además, su comportamiento con respecto a las chicas dejaba mucho que desear. A pesar de parecer un chico bueno, que no rompería un plato en su vida, fui observando como parecía que las mujeres eran escaparates y objetos para él. Se lo dije. No me gustaba. Pero seguí adelante porque mi autoestima estaba por los suelos y me sentía tan perdida que pensaba que ese era el tipo de amor que merecía…
Una noche se emborrachó y decidió ir a dormir en mi casa. Yo me sentía responsable de él y decidí esperarle hasta que llegó y le abrí. Tras haberlo ayudado a vomitar y echarle agua para que pudiera espabilarse, nos fuimos a dormir. Estaba inquieta toda la noche, pero finalmente me dormí. No puedo especificar cuantas horas habían pasado cuando me desvelé porque algo estaba presionando mi clítoris. Él, estaba tocándome mientras dormía. Lo llamé entre la oscuridad para saber que ocurría, pero no paró, así que decidí apartarme. Sin embargo el me volvió a sujetar por mis partes. Esa misma acción se repitió varias veces.
Algunos pensarán por qué no me levante de la cama. Otros dirán que por qué se lo consentí. No podré explicaros nunca como era ese miedo, extraño, que me invadía todo el cuerpo. Me quedé acurrucada en la cama cuando él decidió parar. Pensé que estaba borracho y no se enteraba de nada. Me hice la dormida y continuó. Abrazándome mientras lo apartaba, tocándome el pecho y, nuevamente, mis partes. Me estaba forzando a continuar, cogió también mi mano para que yo replicase sus actos, pero yo me volvía a apartar una y otra vez. Entonces me levanté, le dije que parara en voz baja mientras le pegaba manotazos en los brazos. Lo hice en voz baja porque temía que mis compañeras de piso me escucharan. Si, sabía que estaba acompañada y aun así tenía miedo. No sé si por lo que podrían pensar ellas de él, de mí o de la situación…
Al final paró, y se durmió. Lo sé, porque yo no puede hacerlo en toda la noche por miedo a que volviese a tocarme y yo, no me enterara. A la mañana siguiente él se despertó con una resaca inmunda. Yo estaba muy enfadada, parecía que los rayos del sol me daban la fortaleza que no me había dado la oscuridad y su borrachera. Le explique todo lo que había hecho y él, muy sorprendido dijo que no se acordaba absolutamente de nada. Es más, pareció afectado. Muy afectado por lo que mis palabras trataban de explicarle. Se disculpó innumerables veces, lo debatimos por un rato y, a pesar de no creerle, le dije que no pasaba nada, pero que esperaba que no volviese a ocurrir.
Después de que esto ocurriese, empecé a tener diversos problemas con él. Me di cuenta de que mentía, por todo. Mentía sobre su pasado, sobre sus amigos, sobre su familia… Me daba cuenta porque contaba historias intercaladas y las mezclaba. No entendía que ocurría ni porqué mentía sobre cosas tan simples. Al cabo de unos meses, también comencé a sospechar que estaba con otra chica al mismo tiempo que estaba conmigo. Él siempre se enfadaba, lloraba y me prometía que no era así. Me daba una pena verle así que nunca ahondaba más en el tema. Finalmente utilizó esas sospechas en mi contra.
Cuando la situación con mi familia, trabajo y amigos era insostenible, él parecía apoyarme, pero realmente empezó algo mucho más duro que haberme tocado mientras dormía. Esas mentiras me estaban matando y él se daba cuenta. Empezó a decirme que estaba loca. Insinuaba que soñaba conmigo, que yo le mataba. Que estaba mal por mí culpa. Que se comportaba así por mí culpa… Que no tenía motivos para ponerme de esta o aquella manera, porque eso hacía que él estuviera mal. Teníamos peleas increíbles, pero al final, siempre terminaba abrazándome, diciéndome que estaba mal lo que él hacía, que lo perdonara… Y yo, que estaba destrozada por todo, solo necesitaba ese abrazo para continuar.
Empezó a mentir más sobre otras cosas. Cuando salíamos tenía miedo a que su familia nos viera, sus amigos… Se comportaba muy raro, parecía que ya no quisiera estar conmigo, acostarse conmigo, nada conmigo. No me explicaba el por qué y un día le dije todo lo que pensaba, lo de las mentiras, los miedos, la otra… Y él, empezó a avasallarme con comentarios tipo: “Estas loca”, “eres una celosa” o…. “Estás tan mal que te inventaste que te toqué para hacerme ver como el malo y yo no soy el malo, eres tú”.
Podría detallaros todo lo que dijo ese y otros días. Todas las cosas que inventó para hacerme sentir que la culpa era mía. Todo el rato. Podría detallaros como esos tocamientos se volvieron a repetir… Pero entonces este post sería interminable. Cuando finalmente decidió romper la relación, si, él, evidentemente me culpó hasta tal punto que me creí que de verdad todo había sido culpa mía. Por mi comportamiento, por mis celos…
Al cabo de un mes descubrí que estaba con otra chica. Llevaba tiempo con ella, incluso estando conmigo, ya se veían. A pesar de todo lo ocurrido, solo temía por como la trataría a ella. No quiero ni saber que dijo de mí a esta chica, que evidentemente, antes de que yo pudiese saber quién era ella, ella ya me había bloqueado de todas las redes sociales. Supongo que quizás, para evitar que la “loca” de mí, le contase como era él y lo que había hecho… Igualmente no iba a hacerlo. Cada cual forja su camino, ella sola lo descubriría, y total, la loca era yo, nadie me haría caso..
Después de un año, entiendo por qué acepté todo lo que me pasó. Me sentí mal durante varios meses. Pensaba constantemente que era mala persona y que era yo quien había destrozado la relación… Pensaba que no merecía nada ni a nadie. No quería ver a chicos, y no pretendía hacerlo. Me daba bastante asco, adelgace varios kilos y caí en una depresión que probablemente hoy continúa, pero de forma más moderada. Sin embargo conocí a alguien hace unos meses. Es una persona increíble pero está recibiendo todo eso que aún no está bien en mí…
Como el no creer en nadie. Si me cuenta algo, intento creerle, pero me cuesta. Siempre pienso que me está mintiendo. No soy capaz de depositar mi confianza en él. Tampoco me gusta cuando empieza, sanamente, a jugar conmigo, a tocarme de forma divertida para que, como en cualquier relación, todo acabe en sexo, porque siento que está agrediéndome. Sé que no lo hace, pero lo siento. Nos acostamos, pero siempre a mi manera, sino, siento que puede sobrepasarse. Sé que no lo hará. Me respeta, sé que no sería capaz de hacerlo y aun así, aún temo que ocurra algo similar. Es algo que no puedo controlar.
Algunas pensaréis “no te han agredido”. Yo si siento que haya ocurrido, tanto física como mentalmente y puedo aseguraros que el sentimiento que tengo es terrible. Todo ese ataque psicológico, todas esas mentiras, esos tocamientos sin mi consentimiento…Todo eso, hace que sienta que ya no soy la misma. Siento un poco de asco por mí, aún dudo de si soy o no buena persona y sobre todo, no soy capaz de confiar en nadie y me creo que por ello perderé a todo el mundo…
Espero no haber sido muy pesada y simplemente, espero que alguien pueda entenderme. Que alguien me explique qué es y no normal en todo lo que me ha ocurrido y quizás, hasta si existe alguna forma de comenzar a confiar en la gente y no pensar que todo el mundo me va a hacer daño.