El año pasado aprobé una oposición que me costó la vida (acabe en urgencias del estrés que llevaba encima). Llego la pandemia, y se paralizó la publicación de resultados, hasta agosto no salieron los mismos ni se hizo la baremación de méritos. Quede la primera de más de 2000 personas que se presentaron.
Todo el año esperando a ver si arrancaba la bolsa, en verano me llamaron, lloré de alegría, por fin salía de la precariedad laboral. Conmigo entró la segunda persona. He estado todo el verano trabajando, y ayer terminaba mi contrato. Todos mis compañeros me decían que ojala me quedará, que ahora cara la curso escolar iban a necesitar gente, que lo hacía muy bien. En mi último día, un compañero me dijo que me tenía que contar algo, que no se podía callar ni yo irme sin saberlo, que no les parecía justo lo que me estaban haciendo y que la empresa estaba quedando actuando muy mal conmigo, no sabía a que se refería. Han llamado a la segunda persona que entro conmigo para cubrir necesidades. Me quede a cuadros. Quedo la primera, me voy la última, y nadie me pregunta si quiero seguir con ellos. Mis compañeros se enteraron ese mismo día. La persona que entro conmigo a trabajar termino en agosto.
Según el DOGV «Activo: Cuando la persona aspirante haya tomado posesión en el puesto ofertado a través de esa bolsa. No podrá recibir en esta situación ninguna oferta para desempeñar un puesto de la misma bolsa.»
Ni derecho al pataleo tengo. Da rabia. Me he pasado toda la noche llorando de pura rabia, y no puedo ni reclamar tan siquiera.
Mi padre y mi hermana tiene experiencia en bolsa me ha dicho que lo han hecho bien, pero que siempre intentan que la persona que está a punto de irse se quede. ¿Tan mal he trabajado? o ¿fui demasiado ingenua cuando dije acababa un trabajo y empezaba otro? Mil y una vez dije que si había una vacante yo firmaba ya, me quedaba.
Después de un trabajo digno, un salario que permite vivir de trabajar de lo que he estudiado, vuelvo a la precariedad de los contratos por horas, al salario paupérrimo, y a un trabajo, el de monitor de tiempo libre que no está valorado por nadie.