Lo siento, pero va a ser largo.
Bueno, mi padre es un señor de pueblo, muy orgulloso. El caso es que es bastante cerradito de mente, bastante machista. Me he pasado años peleándome con él para que por lo menos quite su plato de la mesa y se negaba porque estaba cansado de trabajar, y mi madre lo ha defendido siempre. Yo no soporto que se crea que está por encima de nadie ni por ser hombre ni por trabajar fuera de casa, así que os imaginaréis que conmigo la tiene tomada. Cada dos por tres tiene que soltar algún comentario sobre lo que hago o dejo de hacer. Puede estar toda el día sin verme y sin saber si he hecho algo o no, que tiene que decir que a ver si ayudo en casa. Da igual que la mesa se la haya puesto yo, que el lavavajillas lo ponga yo, que le recoja el plato de la mesa porque él tarda más que nadie en tomarse el postre para no tener que quitar ni un vaso, que sea yo la que tiende sus calzoncillos cuando salen de la lavadora… da lo mismo, siempre tiene que decir algo. Si es delante de la gente mejor.
Ahora he tenido que volver a casa para opositar. Me espera un año largo. Ya se ha pasado la cuarentena entera haciendo comentarios de ese tipo, aunque me viera ocho horas sentada en el escritorio, se ve que solo cuenta como trabajo SU trabajo. Hoy ya hemos tenido una pelea gorda porque ha llegado, me ha preguntado que cómo estoy y le he dicho que estaba cansada (he estudiado, he limpiado, he hecho ejercicio y le he puesto la comida y el plato en la mesa) y suelta tan tranquilo que en esta casa todo el mundo está cansado, que lo que tenemos que hacer es trabajar, que veríamos lo bien que se siente uno.
Ya me ha tocado las narices, porque es que no para, y le he dicho que se calle, que siempre lo mismo, que estoy cansada porque no he parado en toda la mañana. Pues encima se cabrea porque solo es un comentario y no entiende por qué me enfado, que qué poca educación tengo y que no veas cómo me pongo, que qué asco. Le he dicho que asco da él, que se piensa que solo trabaja él y que me tiene hasta las narices. Nadie me ha defendido porque mi hermano está mimadísimo y mi madre es igual de machista que él, pero básicamente también se estaba metiendo con ellos.
Aparte de esto tiene una gordofobia terrible. Yo siempre he sido la más delgada de mi casa, porque a mis padres les sobraban unos cuantos kilos y a mi hermano básicamente lo cebaban. Por temas de ansiedad (en gran parte por la convivencia con ellos) engordé muchísimo y ahora estoy bastante más gorda que ellos. Pues desde ese momento no han faltado los comentarios de que ocupo el doble, que no te comas eso, que te he comprado unas pastillas para adelgazar… me ha llegado a criticar por comerme un trozo de chocolate mientras ellos se zampaban su tercera tapa de chorizo. A mi novio tampoco lo tragan, directamente lo llaman el gordo.
Con los estudios igual, yo he estudiado mucho, pero no hacerlo habría sido inconcebible para ellos, en casa se estudia y punto. Pero luego menosprecian que esté estudiando porque ellos como no quisieron estudiar se pusieron a trabajar y se fueron de casa. Y si me fuera de casa y me pusiera a trabajar me criticarían también por eso.
La educación la tienen en el culo. No sé ya cómo pedirles (a los dos, a mi padre y a mi madre) que no eructen en la mesa. Todos los días tienen que eructar, con la boca abierta, mientras estamos comiendo.
Pero claro, el problema de todo esto soy yo que soy la que se queja.
En fin, que yo ya no sé que hacer.
¿Algún consejo?