Buenos días a todas (y todos). Es la primera vez que escribo, pero necesito contaros una situación que aunque no es nueva para mí, lleva varios años tocándome las narices.
Llevo unos 3 años (desde que empecé a trabajar), trabajando en un comercio cara al público mientras que lo compagino con las oposiciones. Yo de siempre he sido gorda, más o menos, pero siempre (actualmente 90kg) , o como lo dice la gente para intentar no hacerte daño «rellenita», aunque a las cosas hay que llamarlas por su nombre: GORDA, pero sin tono despectivo.
Como todos sabemos, hay gordas de muchos tipos: la que tiene los muslos más gordos que el resto del cuerpo, la que tiene los brazos, la que tiene papada, y luego estamos las que somos gordas de barriga. Las que destacamos por nuestra acolchada y suave zona abdominal.
Bueno, pues en mi trabajo, las abuelas de la zona, con la desvergüenza y la falta de educación que las caracteriza porque están cansadas de vivir y piensan que tienen derecho a todo, vienen con todas las ganas de cotillear que existen en el mundo y cuando amablemente estás intentando hacer bien tu trabajo con una sonrisa en la boca, te preguntan: ¿oye, es que estás embarazada? Es que como te veo panza… ¿Os ha pasado a vosotras alguna situación similar?
La primera vez que te pasa, te quedas con una cara de gilipollas que tu cerebro, que ha quedado en estado de shock, no sabe ni como crear una respuesta a esa pregunta de mierda e incluso puede que hasta te amargue parte del día. Ya con el tiempo te vas curtiendo e ideando diferentes respuestas para que se les caiga la cara de vergüenza y te da hasta risa ver lo coloradas que se ponen.
Para cuando os pase esto, yo tengo mi top 3 de respuestas:
1. Yo no, ¿y tú? (Porque claro, normalmente la que te lo dice también tiene barriga)
2. No es un bebé, es caca.
3. Es que estoy de buen año, como tú.
Por supuestisímo, siempre desde el respeto y la educación (toda la que les falta a esas personas cuando te preguntan con ese tono despectivo) porque al fin y al cabo son clientes. Pero lo que si tengo claro, es que aunque no ame mi cuerpo, me acepto tal y como soy, y no pienso tolerar que una persona a la que no conozco y con la que no tengo confianza venga a mi trabajo a hacerme comentarios y dar opiniones sobre mi apariencia física o sobre mi vida que no le he pedido, y mucho menos todavía, si viene con intención de hacerme daño. No permitáis que nadie os haga sentir pequeñas y mal. Ya bastante tenemos cada una con los fantasmas de nuestra cabeza contra los que luchamos todos los días. Que nadie os amargue el día.
Un abrazo a tod@s.