Llevo 13 años con mi pareja y tampoco me lo come. Todo por un traumilla que le creó otra vagina de una chica años antes de conocerme. Cuando empezamos a intimar me lo contó y yo lo acepté. Lo ha intentado varias veces, pero me pongo tan tensa pensando que él puede estar sufriendo que acabo desistiendo y ya ni lo comentamos. No por ello dejo de hacer felaciones yo. Mientras yo lo hago, él me masturba, me corro yo y seguimos al lio. Tampoco me ha parecido nunca grave… No le voy a obligar, de la misma manera que nunca me obliga él a comersela.

Después de casi dos años de relación exactamente con el mismo problema que tu, dejando de practicarle yo a el sexo oral también, las relaciones sexuales se han enfriado hasta tal punto que hace meses que no tenemos sexo. Y lo que ello conlleva… ya no hay las mismas ganas de vernos, ni hay jugueteos, ni nada. Somos colegas que comparten planes. Y llegará el día que terminará. El sexo no es lo principal. Pueden haber temporadas más y otras menos ardientes, pero dejarte llevar y ser tu mismo con tu pareja, ir conociéndonos, ganando confianza y probando cosas… eso es principal. A los 80 te dejo que te rindas, antes no. Besooss amigaa

Si a ti te gusta y quieres dejar de hacerlo ppr reciprocidad, ebtonces sería chantaje. No hagas cosas que no te gustan en la cama y listo, eso sí sería reciprocidad.

Si para ti es importante y el no quiere, acabarás insatisfecha. Yo tengo el problema contrario, a mí no me gusta nada el sexo oral (recibir, me encanta comer pollas) y el se empeña en que me tiene que gustar. Y nuestra vida sexual se ha ido a la mierda. Habla con él y si para ti es importante y a el no le gusta, es mejor que lo dejéis. Yo he intentado que me gustará que me comieran el coño y aunque alguna vez he llegado al orgasmo, no me gusta nada

Mira Nena…

No he venido yo a este mundo para estar con alguien que no le vaya a gustar darme uno de los mayores placeres del sexo, un buen cunillingus. Yo, personalmente (llámame superficial), pero quiero a alguien que me devore entera. Como yo a la persona. Es lo mínimo que deseo que mi cuerpo no le produzca ascos.