Mi más sentido pésame para vosotros. Como te dice Elena, no te culpes y muchísima fuerza. Nos tenéis para lo que sea.

Un abrazo enorme.

En efecto, todo lo que te podamos decir será insignificante, las palabras no sirven de mucho, o saben a poco.
En mi caso, diré que yo pasé personalmente por una situación donde estuve bajo cuidados y medicación, lo pensé durante tiempo, pero nunca llegué a hacerlo, más que daño a mí misma y a los que me rodeaban. Ese daño que les hacía con mi situación fue lo que me hizo levantarme un día y decidir luchar, pero los momentos previos a ‘salir del armario’, por decirlo de algún modo, abrir y admitir que había algo mal, algo que se estaba desatando, fueron de lo más duro. Es muy complicado admitir primero las cosas, después ser valiente para enfrentarse a ellas en voz alta. Lo que viene tras eso es otro viaje del que, en mi caso, salí muy reforzada, pero que en efecto sacó lo peor de mí y que mis seres cercanos sufrieron.
No todas las historias acaban con final feliz, y cuando no es así, se te hiela la sangre. Escuchando tu historia soy consciente de lo afortunada que fui de salir del fango, de tener gente a mi lado que dio el paso e hizo la travesía conmigo.
Pero tienes razón, se ha de concienciar, casos como el tuyo, el de Mirella o incluso el mío no son aislados, no deberían ser silenciados. Recuerdo que mucha gente hablaba con mis padres y ninguneaba porque no entendía qué me pasaba. «Querrá llamar la atención». no señores, las enfermedades mentales son algo muy serio pero invisble, algo no comprensible como una pierna rota e infinitamente más peligrosas. La pierna la vez con una radiografía, lo que vives por dentro no lo entiendes y lo temes.
Un abrazo enorme, de corazón, espero que puedas encontrar en nuestras palabras un poquito de esperanza.

Te hablo desde el otro lado, del de tu hermana o muy cercano al suyo. Llevo años luchando con la depresión y tengo a la espaldas varios intentos de autolisis. No podías implicaría más si ella no lo quería. Mi familia lo intentó y sólo consiguieron ahogarme, que me culpara más por preocuparnos. Yo sabía que me amaban pero consideraban que amaban la imagen que yo representaba, no a mí. Nuestro principal problema es que no nos amamos a nosotras misma. Esa charla que crees necesitaba tu hermana no hubiera ayudado, al contrario: yo hubiera pensado que por pena o por ceguera me lo dicen, reforzaría lo negativo. Somos nosotras quienes debemos luchar por respirar. Los que nos aman, nuestro entorno…les pediría paciencia, que no necesitamos palabras sino hechos: tratarnos con normalidad, no tener palabras tabú (así las estimagtizan y cuando fuera del entorno protector nos las dicen duelen el triple), dejarnos ver claro las cosas positivas que tenemos… Yo tuve que alejarme de mi familia, trabajo etc. Cambié mi lugar de residencia, y comencé terapia. Necesitamos librarnos de todo lo tóxico que nos marca negaticamente y redescubrirnos. Yo traté de calmar mi sufrimiento en 2 ocasiones…Sólo decirte que lamento mucho lo sucedido y que recuerdes que sólo nosotras podemos luchar nuestras batallas. Sabemos que nos queréis sólo que nosotras no conseguimos querernos.

Yo también tengo depresión y encima soy Trabajadora Social, encima, porque aquello que estudié para quitar sufrimiento a las persona, no sé aplicármelo a mí misma. Cuando tienes muchas piedras en la mochila, a veces, llega un punto en el que cerebro emite una señal con la palabra suicidio…De hecho, mi psicólogo me dijo que es un método de escape de lo más normal, aunque obviamente, del pensamiento a la acción, hay un trecho, y puede que tu hermana hubiera llegado a un punto, de estar dentro de ese túnel y no ver ni un atisbo de luz. Para vosotros, no os culpéis, la persona que lo hace tuvo sus motivos, y por mucho que hubierais hecho, era su cerebro contra el resto del mundo, y digo esto, porque a veces pensamos que el cerebro en cuestiones de actos cotidianos puede tener poco peso, pero el cerebro es la veleta que decide un sí o un no. Y su cerebro, era suyo. Vosotros tenéis el vuestro, y grabaros que no fuisteis culpables de nada. La depresión viene por diversos factores, y también por desequilibrios químicos del propio cerebro… ¿Vosotros qué podíais hacer respecto a eso? Nada. Sólo me queda mandarte muchos ánimos por ser tan valiente de compartir este hecho de tu vida, y que tienes una comunidad enorme dónde desahogarte. Igual que tu hermana no estaba sola, vosotros tampoco. Un abrazo enorme, y mucho mucho ánimo.