Soy madre de un niño de 7 años diagnosticado hace pocos meses. Supongo que un niño parecido al tuyo.

Cuando ves que tu hijo es diferente, porque eso se ve y tú lo has visto porque por eso has escrito aquí, al principio da miedo. No sabes exactamente a qué te enfrentas.

Una vez que tienes la confirmación también tienes sientes angustia porque no sabes si vas a saber actuar, acompañar, si el entorno entenderá a tu hijo,…

Pero luego el psicólogo que le haga las pruebas, que para tu hijo será uno de los mejores juegos que le han planteado hasta ahora, te explica cosas, empiezas a leer libros para padres de niños superdotados, de psicólogos especializados, aprendes sobre el tema y se empiezan a caer los prejuicios con los que todos hemos crecido. Verás que tenemos muchísimos y que ignoramos el tema. Yo solo te llevo 3 meses de ventaja.

Y tu hijo empezará a cuadrar en lo que te dicen y empiezas a entender muchas de sus reacciones, de sus preguntas, de cómo siente… Las piezas encajan.

Ser superdotado no es solo tener una capacidad mayor para aprender conocimientos, también es una manera diferente de sentir y de enfrentarse al mundo.

Y no tienes porque cambiar a tu hijo de colegio, de hecho no lo recomiendan si el niño está bien en su centro, con sus compañeros. Lo único que le darán una atención especial, a la que tiene derecho por ley, y él seguro que estará más contento y feliz.

Él ya sabe que es diferente porque tener altas capacidades o superdotación no se elige, se nace. Simplemente le pondrá nombre y tendrá herramientas para saber porque reacciona de manera diferente en según qué cosas al resto de sus compañeros.
Tu hijo continuará siendo un niño, con reacciones de niño.

Yo creo que deberías informarte, dejar que le diagnostiquen y hacer lo que supongo que habías decido antes de esto, que es acompañarlo lo mejor que puedas en su vida.

Yo solo puedo decirte que ha sido muy positivo para el niño tener el diagnóstico. No lo dudes, aunque dé miedo.

Y te diré lo mismo que le dije a una amiga mía que estaba en una situación parecida la tuya: «¿si tu hijo tuviera alguna dificultad de aprendizaje buscarías ayuda? Pues es lo mismo, pero por el otro lado de la curva».

Espero que esta reflexión te sirva.