Mis padres llevan divorciados desde que tengo uso de razón, él nunca se ha preocupado por mi, pero aún así mi madre se ha preocupado de que tengamos relación y desde la adolescencia he sido yo la que se ha preocupado de al menos verlo una vez al mes aunque fuese sólo para un café.
La explicación a todo esto es que mi padre es adicto a las drogas, al alcohol… y como imaginaréis solo vive para ellas. Él nunca se ha metido en líos, tiene un «medio trabajo» que con eso es con lo que ha subsistido todos estos años. Pensaréis que si tiene trabajo no está tan mal, pero si lo está.
Bueno yo he crecido con esto y tengo asumido que mi padre es así y ya y como os decía mi madre también lo aceptó y me permitió tener relación con él. Para nosotras es una persona con una enfermedad crónica.
Me caso para el mes que viene, no lo quería invitar, pero la última vez que fui a verle se había enterado de que me casaba por medio de un familiar y claro quiere venir.
Mi novio me dijo que si, que es verdad que él nunca había metido la pata, incluso se ha ofrecido a regalarle el traje para la boda ya que me daba un poco de vergüenza de como fuese a venir.
Ahora el problema es que él piensa que va a ser el padrino y no sé como explicarle que no, el padrino va a ser el marido de mi madre que es el que a ejercido de padre conmigo.
No lo entiende, dice que mi padre es él y que por las circunstancias de su vida no ha podido portase como un padre normal, es verdad pero aún así yo siento a mi padrastro como padre, no se si logro explicarme.
Habíamos pensado que firmase en el acta de la boda, pero solo dejan a dos testigos y esos van a ser el padrino y la madrina, como es lógico.
Pues ahora no sé si he acertado diciéndole que venga, ya os digo que nunca la ha liado, pero ¿y si ahora por no estar de acuerdo y por el efecto de lo que toma me monta un pollo en la boda? y a la que si temo es a la novia, que está igual que él y de ella si que no me fio, en la comunión de una sobrina de mi padre se la tuvieron que llevar de la cogorza que llevaba.
Me da miedo que estropee un día así, con todo el tiempo que llevamos preparándolo