Vaya por delante que mi suegra es muy buena persona. Siempre me he llevado bien con ella y nos ha ayudado en lo que ha podido, pero tiene un pequeño defecto que antes pasaba por alto y que ahora, desde que nació mi bebé, no soporto: es muy entrometida y pesada. Es de aquellas personas que siempre tienen que decirte cómo hacer las cosas. Ella dice que solo da su opinión, pero la repite de forma sistemática aunque tú le digas que no lo compartes. Por poner un ejemplo, para el día de nuestra boda yo quería unos centros de mesa estilo rústico con jarrones metálicos, rollo vintage, pues ella los quería de vidrio, supongo que porque son más tradicionales. Me preguntaba con vocecilla inocente: ¿pero no crees que quedarían mejor de vidrio? Y aunque yo le dijera que no, al día siguiente volvía a preguntar lo mismo, y al otro y al otro, y al final cedí porque era eso o volverme loca con los puñeteros centros de mesa.
Mi marido no soporta eso de su madre y acaba discutiendose a menudo con ella porque intenta marcarle en todo. Yo siempre he intentado mediar entre ambos diciendo que mi suegra no lo hace de mala fe, pero claro, ahora que el tema en el que se mete es mi niña, no me hace ni pizca de gracia.
Ya desde el principio empezó cuestionando que se quedara con hambre con la teta, porque digamos que las crisis de lactancia las hemos vivido a lo grande. Estuvo un mes entero enganchada a la teta día y noche, y ella venga a decirme que no pasaba nada por darle fórmula. Este tema lo ha sacado a colación de forma recurrente. Si la niña llora es que se queda con hambre porque mi leche no alimenta. Yo intento explicarle que las cosas han cambiado desde su época, que se ha demostrado que la leche materna es mejor que la de fórmula, pero ella erre que erre siempre con el mismo temita. Y me saca de quicio porque me hace dudar cuando todos los indicadores son correctos. Yo sé que ella quiere que le saque la teta para poder llevársela un rato, porque algún día me ha hecho el comentario, pero es que cuanto mas insiste en eso menos ganas tengo de hacerlo. Y eso que no soy una fan incondicional de la lactancia, lo hago por qué es lo mejor para mi niña pero siempre he dicho que si por algún motivo tenía que darle biberón tampoco pasaría nada.
No solo se mete con la teta, sino con otras cosas, como por ejemplo el sueño. Según ella mi marido durmió las noches del tirón desde los 2 meses y no hace más que decirme que a ver cuando la dejamos en su cuna, que seguro que se duerme sola. No hay nada que me gustaría más que el hecho de que la niña se durmiese sola, pero a día de hoy es inviable. Hace las siestas en brazos porque si la dejamos en cualquier sitio se despierta. Y ella lo sabe. Una tarde se empecinó en dejarla en su cuna y conté un total de siete veces de dormirla y dejarla. La niña terminó histérica y tuve que dormirla yo en medio de un berrinche horrible. Ya sé que es un coñazo, que me paso el día con ella en brazos, pero cuando tardas de media una hora en dormir a tu bebé, lo único que quieres es que aguante dormido el máximo de tiempo posible.
También hace otras cosas que me mi instinto de madre loba me hacen poner a la defensiva, y es que es muy acaparadora. Por ejemplo, cuando llega a casa me quita siempre a la niña de los brazos. Mis suegros viven a 5 minutos de mi casa y vienen casi todos los días. Pues ella es llegar y la niña es suya. O si le estoy dando de mamar se pega a mi espalda para mirarla y decirle cositas. Y no lo soporto. A veces me he dado con ella porque al llevar a la niña en brazos a alguna parte nos ha seguido y estaba tan pegada a mí que le he golpeado sin querer. Si la coge mi suegro también le está todo el rato encima. Si la niña mira a mi marido se pone en medio para que la mire a ella. Y nos recorta de todas las fotos para quedarse solo con la cara de la niña. También si la tiene en brazos y llora y le decimos que nos la de porque está llorando, nos dice que no llora, ¡y eso que la estamos viendo! Yo supongo que dice eso para que no se la quitemos, pero joder, ¿qué necesidad hay de que la niña llore? Está muy apegada a mí, ya crecerá, no hace falta forzar las cosas.
Por si eso ya no es suficiente, me he enterado que va diciendo por ahí a nuestros conocidos en común que la niña no llora tanto como nosotros decimos, que exageramos porque somos primerizos, y eso me cabrea al máximo porque nuestro pequeño bicho ha sido muy llorón desde que nació. Supongo que es por esa manía de antaño de hacer creer a todo el mundo que tú bebé es perfecto, pero es que ningún bebé lo es y mi niña llora como una condenada desde que nació. Es vehemente e incomformista, cualidades que para un adulto son muy positivas pero que ahora mismo se traduce en un bebé irritable y cabreado la mayor parte del tiempo.
Mi idea era dejarla con ella unas horas al día porque trabajo desde casa y la peque es tan demandante que no me deja hacer nada, pero es que se me quitan las ganas, ¿porque si ya nos cuestiona ahora que hará cuando la tenga en casa?
A pesar de todo, sé que no lo hace con mala intención, no quiero que os quedéis con la sensación de que es mala, al contrario, pero no sé gestionar el rechazo que me provoca su manera de actuar con este tema. ¿Hay algún caso parecido por aquí?