No soporto que mi novio me practique sexo oral.
Se que muchas vais a llevaros las manos a la cabeza, por eso quiero contaros un poco por encima mi historia y creo que llegaréis a comprenderlo. Con esto solo busco desahogarme ya que no soy capaz de compartirlo con mi círculo cercano y que si alguna se siente identificada pueda darme algún consejo o encontrar consuelo en mis palabras.
Descubrí mi sexualidad a una edad muy temprana, tuve mi primer orgasmo con no más de 5 o 6 años. Emocionada por lo que acababa de descubrir fui corriendo a enseñarle a mi madre lo que había descubierto (ya que me precia algo fascinante) y al que entonces era su pareja. Enseguida me echaron la bronca por ese comportamiento y cada vez que me descubrían intentaban hacerme sentir mal por ello, aunque he de decir que nunca lo consiguieron y a día de hoy me sigue encantando.
El problema es que poco después empecé a sufrir abusos sexuales por las noches de parte del novio de mi madre. Todavía recuerdo como me sentí al día siguiente la primera vez que sucedió. Recuerdo estar en el colegio durante horas mirando fijamente a una persiana, era muy pequeña para comprender lo que había pasado e incluso pensaba que tal vez había sido porque estaba enferma, dulce inocencia que se fue rompiendo poco a poco… Siguió sucediendo durante algún tiempo, yo me hacía la dormida aunque él me decía que sabía que no lo estaba. No recuerdo mucho, más que una mano asquerosa, tosca y enorme tocándome constantemente, se que en algún momento le apartaba la mano y le arañaba pero él no se detenía. No recuerdo mucho más aunque sé que hubo más, no se explicarlo, supongo que es el típico mecanismo de defensa de cuando sufres un trauma aunque también me he llegado a plantear que me drogase en algún momento, ya que esa persona le daba a todo. También recuerdo que le pedía a mi madre el típico pijama de invierno que es como un mono que te cubre desde los pies hasta los hombros en pleno verano. A día de hoy no se si ella no se daba cuenta o simplemente no quería darse cuenta.
En algún momento dejo de suceder y yo me calle durante años, supongo que por incomprensión o por miedo, ya que también sufría abusos físicos y verbales. Bastantes años después mi madre discutió muy duro con él y me atreví a contárselo y aunque al momento se separó más a delante decidió no creerme (incongruencias de la vida).
Crecí con ello y en mi adolescencia me revolucioné, se podría decir que era una chica problemática, cosa que es normal con todo lo que llevaba encima. Tuve problemas con el alcohol y algún que otro intento suicida, por suerte siempre me encontré con buena gente y pude crear mi propia familia con mis amistades de entonces.
Cuando tuve mi primer novio serio empecé a tener relaciones sexuales y no quería que de ninguna manera lo que me había sucedido en la infancia perjudicase mi libertad sexual. Así que poco a poco me fui quitando todos los tabúes y la verdad que probé de todo. En ocasiones me expuse a situaciones nada agradables con otras personas, pero yo lo veía como algo normal en una chica liberal, no sabía decir que no, pero bueno, era joven e inexperta. Incluso tuve una relación a cambio de dinero una vez con 17 años, solo por saber lo que se sentía y por qué lo veía una manera fácil de ganar una buena suma de dinero a cambio de algo tan fácil. Con los años comprendí que de fácil no tenía nada y que lo que había sucedió marcaría mi vida sexual durante mucho tiempo. Lo de este señor jamás se lo he contado a nadie, juré que me lo llevaría a la tumba pero ya no puedo.
Con los años llegó mi madurez y he tenido relaciones con personas estupendas que en todo momento supieron del abuso de mi infancia. Lo que pasa es que siempre que se saca el tema digo que es algo que está ya totalmente superado y la verdad que en cierto modo lo está, soy capaz de compartirlo sin derrumbarme ni derramar una sola lagrima pero no puedo compartir el como me afecta en el aspecto más psicólogo, supongo que por miedo a ser juzgada o a aparentar debilidad.
Y aquí viene el problema, no soporto el sexo oral, en cierto modo me transporta a mi trauma de la infancia y también a la decisión tan fatídica que tomé con aquel señor. En ocasiones intento disfrutarlo y razonó que esta situación no tiene nada que ver con aquellas y por un rato me olvido y lo disfruto pero en ocasiones llegan las imágenes y lo paso realmente mal, me entran cosquillas nerviosas y siento un repelus por todo el cuerpo. Ni siquiera llego al orgasmo. El único que conseguía hacerme llegar al orgasmo con sexo oral fue un ex que tuve hace años, pero ya que estoy en confidencia y que esto es anonimo diré que en cierto modo el recuerdo de aquellos abusos era el que me hacía llegar al orgasmo, no se si a alguna otra le haya podido pasar lo mismo, pero luego la sensación de asco era enorme y de pronto me iba al baño y rompía a llorar. Al final cogí rechazo hacia mi ex en el tema sexual y entre otras cuestiones fue una de las razones por las que lo dejé, a pesar de ser una persona maravillosa.
Ahora llevo años con el chico de mis sueños, nos compenetramos en todo, me trata realmente bien y soy muy feliz con el, pero una parte de mí no me deja abrirme en este sentido. Tenemos confianza para hablar de cualquier cosa pero con este tema siempre tengo un bloqueo y si alguna vez me pregunta como siempre me hago la dura y le digo que es algo que paso hace mucho tiempo y que no merece la pena recordarlo.
Es cierto que he leído mucho sobre psicología y en cierto modo he sido mi propia terapeuta y la verdad es que he evolucionado muchísimo a lo largo de mi vida. Incluso llegue a pensar que realmente estaba todo superado pues durante los primeros años de la relación no tuve ningún problema relacionado con el sexo, incluso disfrutaba del sexo oral concentrándome tan solo en el placer y dejando la mente en blanco. Pero últimamente las sensaciones de repulsión vuelven a aparecer cada vez que me practica el sexo oral y no sé muy bien cómo encajarlo.
Se que la solución seguramente sea hablarlo con él y que es lo que me vais a aconsejar la mayoría, pero creedme que es realmente difícil. La otra opción es el psicólogo, lo sé, pero con lo que te cuesta y el poco tiempo que tengo y las explicaciones que tendría que dar tampoco es una opción, al menos por el momento.
La verdad que verbalizar todo esto me ayuda mucho y si alguien conoce algún buen libro relacionado con el tema o quiere compartir su experiencia la verdad que también sería de gran ayuda.
Gracias por leerme y si alguien lo esta pasando mal en este momento y puedo ayudarle también será todo un placer.