Ciertas cosas,como tus 2 hijxs no las puedes cambiar, pero, ¿te has planteado qué es lo que sí puedes cambiar? Tu trabajo, tu casa, tu pareja… o cosas más sencillas como apuntarte al curso de lo que siempre quisite aprender, esa afición que nunca empezaste… Tu vida no se ha acabado, nunca es tarde para volver a empezar o retomar lo que quieres.
Y si no encuentras respuestas, te aconsejo ir a terapia, porque quizá el problema no sea tu vida, si no algo que tienes dentro que te hace infeliz.
¡No desistas!

Hola, a mi me pasa algo así, tengo casi 39 y hace dos años que estoy pasando por la crisis de «los 40». Tengo dos hijos de 17 y 7 años,son lo mejor que me ha pasado en l vida pero a veces siento que no vivi como me hubiera gustado,no disfrute porque tuve que cuidar de ellos,soy extranjera y no tengo familia aquí que me echara una mano con ellos. Llevo con su padre 18 años y no se como y ni porque las cosas ya no son como antes. Dedique todos estos años a la familia, los niños y la rutina hizo todo lo demás. Hoy con casi 39 tengo ganas de salir con amigas,de viajar, de estudiar ,todo lo que no pude hacer cuando se supone que lo tenía que haber hecho.Mi pareja no me entiende y dice que me comporto como una niñata, pero es ahora cuando he abierto los ojos y se que mi bienestar, mi felicidad y mi vida dependen solo de mi, yo soy la única responsable de ello e intento disfrutar cada día, le gusta a quien le gusta y le molesta a quien le molesta. Los años pasan rápido y hay que aprovecharlos.

Tengo 2 hijos y yo hace unos meses estaba igual que tú. De hecho estoy en terapia. Creo que la pandemia ha agudizado estos sentimientos.
Ahora le han detectado a mi bebé rasgos de trastorno del espectro autista y sabes que? Se me ha olvidado todo lo que sentía porque sólo me puedo preocupar por él, porque no sufra en la vida, solo quiero ayudarle y que tampoco afecte en la vida a mi otro hijo. Cuando tienes un problema de verdad te das cuenta de que ese sentimiento es una tontería y que sólo estás cansada porque los hijos son agotadores pero también maravillosos.
Mucho ánimo