El problema es que mi novio y yo tenemos modos de celebrar muy diferentes. Yo hija única y él el tercero de siete hermanos, ya os podéis imaginar. A lo largo de este casi año que hemos estado juntos yo me he currado un montón las celebraciones, los detalles en el día a día… y él… pues…

Pues él no tanto. O más a su manera, supongo.

Mi chico es una persona muy poco detallista para el que la estabilidad en una relación, según sus propias palabras, pasa por poder estar tranquilamente, relajado sin pensar en currarse esos detalles. Y no es que no sepa hacerlos. A mi me los hacía cuando la relación no estaba tan consolidada y, lo que aún es más doloroso, me consta que se los hizo a otras chicas después de que estás le trataran pelín mal. No me refiero a nada material para nada, pero detalles: rollo una flor, un dibujo, un textito, que sé yo lo que se le dé mejor a cada uno. A mi eso me sale de forma natural y el dice que se siente muy bien recibiendo mis detalles pero a él, sencillamente es que no le salen

Pues bien con este rollo llegamos casi a nuestro primer aniversario, ya hemos dicho que lo vamos a celebrar pero no como y la verdad yo me siento con que no tengo expectativas algunas sobre la celebración ni tampoco mucha ilusión por preparar nada más que porque no me apetezca sino casi como un rollo de defensa porque estoy cansada de que todos los detalles salgan de mi y luego tener que comerme la decepción de no recibirlos.

No se qué pensáis pero me fastidia estar así ante una fecha tan bonita como la que se acerca y estoy un poco plofff.