Hola!
Os cuento que hace tres meses llegó un chico nuevo a la oficina y el primer día, nada más llegar, nuestras miradas se cruzaron y saltó una química que no había experimentado en años. Nadie lo presentó y dimos por sentado que era uno de los auditores, personal nuevo pero eventual.Nos vemos tres días por semana, porque dos días a la semana trabajamos desde casa. Los días que coincidíamos cada vez eran más intensos en miradas, nos buscábamos, coincidiamos en la máquina de café… pero de ahí no ha pasado la historia. Un día pasados 6 meses y después de que todo esto haya ido creciendo, nuestro director general nos indica que nuestro actual jefe tiene una enfermedad grave y que no volverá a la empresa, y resulta que el sustituto es este chico, que pasará a ser el responsable de todo el equipo, vamos a llamarle Andrés.
Desde ese comunicado » oficial » el tema de las miradas se ha reducido bastante, aunque cuando coincidimos en los espacios comunes los dos estamos muy a gusto, hay química, tensión sexual o como queráis llamarle. Sé que ambos tenemos una fuerte atracción además de algún sentimiento que intentamos tapar, lo sé porque lo intuyo, con sus gestos, su manera de hablarme y de dirigirse en especial a mi, siendo nula o distinta a la que se dirige con el resto de personal.
Yo me he enamorado, o idealizado, pero él estoy segura de que también. Viene y me cuenta sus planes, coincidimos en la música que escuchamos, en la forma de ver la vida, en la manera de plantear el dia a día… es que es una conexión que asusta, la verdad. El caso es que desde que es nuestro nuevo jefe, se ha distanciado, cosa que veo normal porque estamos los dos asustados, sin haberlo hablado, porque desde luego no hemos hablado de sentimientos. Hemos charlado por el chat de empresa hasta una hora y ha compartido ratitos conmigo en el área común sin ninguna gana de marcharse o de que acabase la conversación. También me he fijado en sus lenguaje corporal y dice lo que pienso, lo que os estoy contando. Ahora es igual de educado y agradable, pero ya no me mira en la distancia,
Aunque si de la misma manera si estamos cerca , si hemos seguido compartiendo ratitos, cuando podemos charlamos a solas tranquilamente. El caso es que me muero por verle, por estar con él y porque me pida una cita, pero esto último nunca llega, es como si hubiera echado el freno de mano. No puedo dejar de pensar en él y se que él se acuerda de mi, porque en alguna ocasión que ha ido a festivales si ha salido a tocar mi grupo favorito, me lo ha contado y me ha dicho que se ha acordado de mí.
No sé qué hacer, no quiero tomar la iniciativa por vergüenza y porque ahora es mi jefe, pero me temo que él ya no va a tomarla y eso me entristece bastante. Empezó todo de una manera preciosa y ahora está desinflandose poco a poco… creéis que aguantará esta situación mucho tiempo ? De verdad que no va a proponerme ni una caña juntos? Será verdad que no va a mover un dedo ? Estoy destrozada y asustada a partes iguales. Gracias por leer si has llegado hasta aquí.