Hoy ando por aquí, no en busca de consejo, sino simplemente con el fin de compartir mi situación familiar. Quizá alguien tenga una situación parecida, ande muriendo de ansiedad y le venga bien ver que hay otras personas igual y se puede con ello.

Mi padre ha sido alcohólico desde siempre. Me han contado que la víspera de mi bautizo lo tuvieron que traer entre varios vecinos. Durante gran parte de mi vida yo no he sido consciente, quizá porque el marrón se lo comía mi madre y hacía de muro de contención. Nunca hubo violencia física, pero hoy soy consciente de la coacción y las barbaridades a nivel verbal que se han llegado a decir en mi casa.
Obviamente, el divorcio llegó un día. Para ese entonces, no había bronca que no acabase en una crisis de ansiedad. Luego, por desgracia, aprendí lo que era convivir con ansiedad diaria, pues aunque no llegaba a hiperventilar, la presión en el pecho lo tuve de serie. Por qué? Porque la que se divorciaba era mi madre, yo no. Yo desarrollé la falsa creencia de que debía ser buena hija y quedarme con papá, porque mamá es fuerte, papá pobrecito…
Ahí empezó el despertar ahí fui consciente de que era alcohólico. Se escondía para beber y creía que yo no me enteraba. Venía apestando a alcohol. En varias ocasiones, llegó a ponerse al volante con varias cervezas en el cuerpo. Cuando le pegaba toque de atención, lo siguiente eran broncas o reafirmarse como la autoridad de entre los dos. Esto se combinaba con episodios en los que admitía su problema, me hacía responsable a mí de vigilarle para, por supuesto, acabar a gritos si hacía lo que él mismo me había dicho que hiciese.
Bueno, de eso hace 7 años. Me fui temporalmente de casa. Tuve que volver. Volver a la ansiedad, porque aunque empecé a vivir con mi madre, me obligué a estar con él, porque claro, pobrecito él y qué mala hija era yo.
A base de ayuda psicológica y tiempo entendí que mi labor no era salvarle a él y menos si implicaba acabar ambos ahogados.
Como la vida te trae sorpresas, sorpresas te trae la vida, hace algo más de un año mi padre adquirió una discapacidad importante. Eso implica que se ha vuelto dependiente, no a nivel físico, pero sí cognitivo. Sorpresa, sorpresa, fue una de mis advertencias en ese tiempo de convivencia a solas con él. El alcohol le iba a dar disgustos. Y no me equivoqué.
Pensaba que esto le serviría para cambiar e inicialmente lo parecía. Pero hemos vuelto a las andadas. Encima ahora es peor, pues se mezcla su personalidad con su problema de salud.
Actualmente sigo viviendo con mi madre y él vive solo. Vive solo por una sencilla razón. Yo también tengo una discapacidad. De hecho, en el certificado apenas nos separa un 1%.
Le pusimos una chica 24h. La echó. Le dijimos de ir a una residencia o a algún centro similar. Se negó. A quién le toca entonces supervisarle todo? A mi madre y a servidora.
Ahora la ansiedad es otra. Todo lo vivido lo sabemos en mi casa. Pero no podemos saber qué va contando por ahí. Y si se le ocurre decir cualquier cosa en alguna administración pública? Cómo se puede desarrollar eso?
En fin, también es cierto que yo no soy la que era. Manejo mil veces mejor cualquier situación. Mi ansiedad aparece de uvas a peras y la sé manejar.
Puede ser duro, pero pedir ayuda (bendita psicología) y el tiempo hacen mucho efecto.