Con 18 años militaba en una organización política. Como ya era mayor de edad, ese verano podía trabajar en la caseta de la feria. Fui con muchas ganas y para aguantar el tirón de estar allí, en un ambiente entre colegas, el alcohol fue rulando por todos lados. Me emborraché, y mucho.
A la vuelta me volvía con un amigo, pero como un compañero vivía cerca, nos quedamos a dormir en su piso. Yo iba a dormir con mi amigo en la cama de matrimonio. Como iba tan borracha, recuerdo vagamente como me metí directamente en la cama.
El siguiente recuerdo que tengo fue recuperar la consciencia y estar follando con mi compañero que era 10 años mayor que yo. No sabía muy bien que estaba pasando, ni fui capaz de reaccionar. El siguió haciéndolo. Recuerdo que llegué hacer cosas que ni con mi pareja era capaz, aunque de eso tengo ya un vago recuerdo. Él no se puso condón. Me dijo que quería que me corriese, pero yo no era capaz, solo quería dormir.
Al día siguiente me desperté un poco anonadada de lo que había pasado. Mi compañero intentó volver a repetir pero me negué, ya que me dolía mucho la vagina y no insistió más. Nunca me había planteado de si ese tío me atraía y mucho menos de si quería acostarme con él. Pero pasó, aunque no recuerdo bien como empezó. Tenía varios chupetones y marcas de mordiscos en el cuerpo, pero no recuerdo cuando me los hizo. A la vuelta mi amigo me contó que cuando se iba a meter en la habitación, nuestro compañero le dijo que no, que el dormiría conmigo.
Recuerdo contárselo a mi amiga un poco con el flipe de lo que había pasado, y tomarnoslo a risa.
Seguía sin saber muy bien que había pasado. Eso se quedó en una anecdota, pero lo peor vino después.
Al poco tiempo empecé a tener muchos picores en la vagina y temí que hubiese pillado alguna ETS. Fui sola a la doctora, pero no le conté porque creía que podía tener algo. Me hicieron unas pruebas y estaba limpia. Supongo que fue suerte.
Al año por ahí empecé a tener ese episodio muy presente, con una sensación desagradable de que yo no pude decidir si quería o no acostarme con ese tío. Esto fue creciendo, hasta que llegué a tener vaginismo y era incapaz de tener relaciones sexuales con mi novio de por aquel entonces. No quería ver para nada al tipo ese y lo evitaba cuando coincidíamos en cosas de la organización. Esa sensación de no saber ponerle nombre a lo que pasó, pero que no debería haber pasado se hizo insoportable. Poco a poco se fue diluyendo con el tiempo, pero ahora he vuelto a acordarme después de cinco años. A día de hoy soy incapaz de catalogarla como abuso, violación o como la experiencia que nunca debería de haber pasado. Y una parte de mi necesita ponerle nombre, pero no se muy bien cual.
Soy consciente de que no fue mi culpa, había bebido pero nunca tuve un acercamiento con mi compañero hasta esa noche. Supongo que no saber como empezó el acto me crea esas dudas, no se si fui receptiva, demostré interés, aunque no creo que dijera si en ningún momento. No creo que yo lo buscara. Solo se que la noche que debería de haber dormido con mi amigo, acabe en la cama de un tipo que sin beber no creo que me hubiese tirado.
Mi pregunta es, ¿que nombre le pondrías?