Nos tiramos dos semanas calentando motores. PEro a topísimo.
Conversaciones guarras día y noche. Que si te lo voy a comer así, que si voy a metértela asá, que si como me pones, no voy a aguantar las ganas de empotrarte.
Por si os lo estáis pensando, nos conocemos de hace tiempo por amigos comunes, vamos, que nos tenemos vistos, no es nada de tinder ni similares.
Un día empezamos a cerdear y la cosa fue a mayores. Así que por fin quedamos, me dijo de ir a su casa a ver Netflix. Y yo, como todo hijo de vecino, entiendo que si después de semanas diciéndonos cerdadas me invitas a tu casa a ver Netflix, es que quieres follar.
PUES VA A SER QUE NO.
Llego a su casa, dos besos. Yo voy ya con sonrisa picarona pero él está como si nada. Me pone palomitas, kikos y hasta chocolatinas. La verdad es que muy currado. Nos vemos uno de Rick y Morty. Y uno de Black Mirror. Y otro. Y otro. Y yo trato de insinuarme pero me siento ridícula porque no veo ningún tipo de tensión sexual por su parte.
Le digo qu estoy cansada, dos besos, hasta luego ya nos vemos pronto.
Vosotras entendéis algo?
Esto pasó el finde pasado, y esta semana ha vuelto a escribirme diciendo cerdadas y le pregunté directamente que por qué me decía esas cosas si luego no quería nada.
Y me soltó literalmente:
– Bueno mujer, yo lo intenté pero no me lo pusiste fácil.
WTF. Qué problema tiene? Qué haríais en esta situación?
El tío me pone mucho pero paso de volver a sentirme ridícula de nuevo.