Hola de nuevo, hace unos meses me decidí a contar mi historia, nunca me había dado por contar una historia personal y menos en un foro pero, como comenté la otra vez, es una comunidad tan bonita que invita a soltarlo, por desahogarte, por las respuestas tan maravillosas que en su día recibí y sobre todo por si sirve de algo para las personas que están pasando por lo mismo.

Mi historia resumida es simplemente siete años dedicada a una relación tóxica, a una relación con una persona con cierto nivel de narcisismo. Una persona frustrada e incluso ciertamente violenta.

Cuando estás en esa relación no ves lo que te está pasando, no ves como te están tratando y sobre todo tú misma intentas justificar cada hecho, cada palabra, cada cosa que te duele.No lo puedes contar, te mueres de vergüenza.
Siempre me he considerado una persona fuerte pero este tipo de personas son verdaderos depredadores psicológicos, por ello, el nivel de anulación del que se sale de algo así, da hasta miedo.
Pero lo más bonito de todo fue cuando empece a recomponerme, empezar otra vez a ser yo, descubrirme, darme cuenta que mi esencia seguía estando. Retomar cada cosa que había dejado de lado y me encantaba, empezar a disfrutar de mi misma, de mi independencia y por fin, darme mi prioridad ya que perdí mi vida en el. En parte no le culpo, yo fui la que decidí olvidarme de mi. Que bonito por primera vez poder darle las gracias por algo, gracias por dejarme.
Conté mi historia a mis amigos, a mi familia, me libere y entendí que no, yo no estaba loca, simplemente me lo habían hecho creer.

Me puse en manos de un gran psicólogo, al principio fue duro pero según iba pasando el tiempo, me iba dando cuenta que no, que no tenía falta de confianza en mí misma, la falta de confianza me la habían generado. Que no era mi culpa que se enfadara, de que tuviera comportamientos que prefiero no recordar, pero sobretodo, no era mi culpa de nada!
Han pasado ya unos meses, mentiría si dijera que no pase días realmente malos. Desde hace cuatro meses se dedico a dar señales pero no, no se lo iba a permitir, estaba en mi recuperación y estaba poniendo todo de mi parte para no permitirle mas ese poder sobre mi. Pero ahora, ha vuelto como un huracán, a través de la pena, el arrepentimiento y el perdón, desestabilizándome en todo lo que había conseguido. Ahora me quiere, me echa de menos pero a la vez me reconoce que no puede ser como si de una telenovela se tratase. A veces simplemente creo que sigue intentando beneficiarse de mi y solo busca un hombro en el que llorar. No voy a mentir, he llegado a creer en sus palabras, en intentar volver a intentarlo aunque tuviera que perderme como persona.

Sigo trabajando pero de nuevo vuelvo a la dureza
de los primeros meses, a los dolores de estomago, la falta de apetito, las noches sin dormir, los días enteros llorando y estando presente en mi cabeza cada minuto del día.

Es increíble la dependencia emocional que se puede llegar a desarrollar con este tipo de personas, tanto que no eres capaz de desarrollar tu vida de forma normal. Reconoces el daño y el maltrato que has sufrido y aun así, no puedes dar el portazo.

Voy a seguir intentándolo, voy a seguir luchando por quererme mas que nunca y por no permitir a nadie que me pueda porque podemos con todo lo que nos propongamos!
Gracias a vosotr@s es como lanzar un grito al aire de una historia que duele y espero que sirva para detectar las banderas rojas que este tipo de personas muestran desde el principio.