Querida yo del pasado.

Se que no es un buen momento para ti, que sientes que todo te queda grande. Te ves pequeña, incapaz, inútil, pero no lo eres. Lo que pasa es que aún no te has descubierto, no te imaginas aún como va a cambiar tu vida.

Se que sientes que tú mundo está cayendo, que nadie ve lo difícil que es para ti.

Desde bien chiquita ya aprendiste a ponerte una careta y a ocultar tus sentimientos.

Tengo que pedirte perdón por muchas cosas, te he estado mucho tiempo machacando.

Pero gracias a ti hoy soy quien soy.

Ahora veo claro que con 14 años no tenías porque saber muchas cosas… No tenías que saber afrontar ciertas situaciones. Lo hiciste lo mejor que pudiste.

Te obligue a bloquear ciertas cosas en tu cabeza.

Creí que por no hablar del tema lo íbamos a poder olvidar. Y que equivocada estaba.

No podemos volver atrás en el tiempo, tampoco podemos olvidar lo que pasó… Pero si podemos afrontarlo, perdonarnos y aprender a vivir con ello.

Esa noche no entendías muy bien lo que te pasaba. Sentías un asco tremendo hacia ti misma, te pasaste más de una hora llorando debajo de la ducha, vomitaste tres veces, lo recuerdo perfectamente.

Parece que ahora mismo estoy sintiendo ese asco hacia mi misma.

Asco que se convirtió a las horas en culpa y rencor.

¿Por qué no me fui? ¿Quizás no fui clara? Tendría que haber reaccionado de otra manera, tendría que haber huido, tendría, tendría, tendría…..

En aquel momento solo tenías miedo. Un miedo que nunca habías sentido, un miedo que te paralizó por completo y no tienes que castigarte por ello.

Da igual lo que hubieras bebido o hubieras fumado.

Deja de echarte la culpa porque no fue tuya y lo sabemos…..

Esto me a hecho volver a sentirme con 14 años. Me he quedado paralizada como nos quedamos aquella noche, hasta he podido sentir como me temblaban las piernas.

Te he visto a ti, sentada en ese coche, con esa camiseta de rayas negras y roja que tanto te gustaba y acabaste tirando a la basura.

La carpeta con los papeles del coche encima de tus piernas, haciéndole una raya, tu siempre se las hacías, él te enseño aunque tú no consumieras en aquellos momentos.

Recuerdo ese sonido al aspirar fuerte por la nariz….

Tú te estabas liando un porro, charlando y riendo como siempre.

De pronto puso su mano en tu rodilla, lo miraste y sonreíste sin darle importancia y sin saber que esa se convertirá en la peor noche de tu vida.

La mano empezó a subir por tus muslo, ahí tu cara ya empezó a cambiar, ya no estabas agusto y decides quitar su mano y bajar del coche pero no, él ya no te dejo….

Te cogió por la cintura y te volvió a sentar en el coche, de espaldas a él, se acercó susurrando a tu cuello y tocándote las tetas. Volviste a intentar salir del coche, le cogiste las manos pero él tenía mucha más fuerza que tú «venga no seas así, lo vamos a pasar muy bien».

A ti ya no te salían las palabras, tu mente se bloqueó y dejaste de ofrecer resistencia.

De pronto lo tienes de rodillas casi encima tuya, con los pantalones bajados, empalmado y rozando su asquerosa polla por tus tetas. Ahí recuerdo los dos lagrimones que cayeron por tus mejillas. Él sube su polla hasta tu cara, la pasa por tus lágrimas y dice » venga chúpamela que ahora está mojadita y saladita» a la vez mete su mano por dentro de tus pantalones «que sequito tienes el coño». Lo siguiente que sientes es fuego dentro de ti, un dolor como nunca lo habías sentido.

Ahora sé que no solo fue dolor físico, que dejó mucho más dolor dentro de ti.

Y de ahí pasamos a la nada.

No hay recuerdos.

Solo lágrimas y dolor, mucho dolor.

Pierdes la noción del tiempo, no sabes cuándo esto estuviste en shock. Cuando por fin paró te subiste las bragas, la camiseta, guardaste el sujetador en el bolso, secaste tus lagrimas y dijiste «¿Me llevas a mi casa?»

«párate que disfrute del cigarrito de después»

Agachaste la cabeza y ya no salió una sola palabra más de tu boca.

Te dejó en la puerta de casa. Tú parecías un zombi, subiste las escaleras, llegaste al baño y empezaste a vomitar. Ya era por la mañana, se levantó papá y te vio de rodillas frente al WC. «No te da vergüenza como vienes» «que asco de juventud» «duchate y a dormir la mona, que no te vea así mamá».

Te metiste en la ducha y ahí rompiste a llorar, un llamado que desgarraba el alma. Aunque parezca absurdo, yo ahora se que en aquel momento no entendias nada.

Te fuiste a la cama y al otro día te levantaste como si nada.

Te obligue a bloquear ese momento, a no hablar del tema. Te hice sentir culpa y vergüenza y por eso entre otras cosas hoy te pido mil perdones.

Nuestra vida siguió, empezaste a tener ciertos miedos que antes no tenías. No querías salir sola, ni ponerte escote. Es verdad que nunca hemos sido muy de contacto físico pero después de esa noche ya no es que no te gustara, es que te sobresaltabas y se te ponían los pelos de punta si alguien te tocaba por sorpresa.

Querías hacer como que nada había pasado, creías que lo estabas haciendo bien, pero que va…..

A los pocos días empezaron las pesadillas, revivias una y otra vez aquella noche. Incluso la cosa fue a peor.

Es muy jodido que alguien en quien confías y quieres tanto sea capaz de hacerte eso. Por eso pensabas que si él lo hizo lo podría hacer cualquiera.

Ahí empezó el miedo a estar sola con algún hombre, no querías estar sola ni con papá y el hermano. Todo era una amenaza.

Después empezó el miedo a la noche, a dormir porque estando dormida te sentías más vulnerable. Empezamos a consumir cocaína para mantenernos despiertas y evadirnos. Estar muchos días así no era viable, así que empezamos también a abusar del alcohol y el hachís.

Buscábamos evitar la realidad de cualquier manera desesperadamente.

Estuvimos años dentro de ese circulo vicioso y al poco tiempo incluimos el «sexo porque si» . Nunca te apetecía, te engañabas diciendo que si, pero con el tiempo me he dado cuenta de que lo hacías por miedo. Miedo a que abusaran de ti de nuevo, mejor dejarse a ser forzada.

Querida yo del pasado, se me rompe el alma pensando en todo lo que te hice pasar….

Tarde casi 10 años en reconocerme a mi misma lo que había pasado, 10 años de silencio, de culpa, vergüenza, de evitar situaciones, de buscar excusas, de limitar nuestra vida.

Ya han pasado 17 años y es el momento de avanzar y cerrar esto. No poder seguir queriendo hacer como si nada hubiera pasado, tenemos que liberarnos de esta culpa.

En la actualidad quiero decirte que todo va a ir bien, que por fin he reconocido que hay que pedir ayuda. Nunca vamos a poder olvidar lo que nos pasó pero si vamos a aprender a vivir con ello. Vamos a querernos como nos merecemos y vamos a seguir creciendo.

Ojalá pudiera decirte que ya no hay culpa no vergüenza. Pero no vamos a engañarnos, ya nos hemos mentido durante mucho tiempo.

Lo que si puedo decirte es que este es nuestro momento!

Ahora tenemos muchas herramientas que con 14 años no teníamos. Ya hemos conseguido superar muchas otras cosas que creíamos imposibles en su momento

Ya vamos a dejar de ponernos excusas y barreras, vamos a dejar de juzgarnos.

Y sabes? Ahora no estamos solas como lo estuvimos en el pasado. Ahora tenemos personas muy bonitas a nuestro lado que nos quieren ayudar y tenemos que dejarlas que lo hagan.

Esto es solo el principio

Nuestro objetivo es perdonarnos de verdad! Fuera culpa y vergüenza.