Hola a tod@s !
Vengo a contaros un follodrama que, aunque sea de hace algún tiempo, no dejará a nadie indiferente.
Veréis…Hace un par de años, me encontraba en una época de sequía y despecho producida porque mi pareja de entonces había cortado conmigo. Al cabo de unos meses decidí descargarme la famosa aplicación “adopta un tío”. Si, si…yo ya estaba dispuesta a adoptar a un buen maromo que me quitara las penas, lo bailao y las posibles telarañas de mi entrepierna.
Hablé con algunos chatis a los que metí en mi cesta de la compra y con algunos otros que me lanzaban encantamientos. Intercambie algunos whatsapps, y eso fue la perdición.
Así conocí a Manuel, un “policía nacional” (nadie se lo creía) que decidió seducirme a base de decirme lo guapísima que yo era y lo calentito que él estaba. Hablamos de sexo y de tener sexo en primeras citas, a lo que yo contesté que era una práctica que no me llamaba demasiado la atención…La conversación subió de todo y decidimos que íbamos a quedar ese sábado (era lunes) para tomar algo y conocernos sin más.
A las 9:30 pm de ese mismo día, me escribió y me dijo que estaba allí, en mi ciudad, que tenía tantas ganas de conocerme que no lo había podido evitar…..MEEEEEEC! Es un depravado de manual, pensé. Así que cogí mi coche y fui a ver si era real que estaba allí. MEEEEEEEEC, ERROR!
Y efectivamente, allí estaba, con su moto y su Vasco ocultando su rostro. Me acerqué a saludar, se quitó el casco y…DE VERDAD ERAS TÚ EL DE LAS FOTOS?
Bien, no quise juzgar porque existe gente fotogénica y todo eso. No me gustó. Quise zafarme como si aquello se tratase de un secuestro. Pero fui cordial y di un paseo con él.
Manuel me ofreció ir a tomar algo pero eran las 10:00 pm de un lunes cualquiera de octubre y yo no estaba por la labor. Me dijo que se estaba haciendo pis, que necesitaba un bar. Le comenté que en aquella zona de mi ciudad no había bares (es real, no penséis que era una táctica para zafarme…). Seguimos caminando y le dije que hiciera pis en un árbol, no había nadie en la calle en aquel momento y ante una emergencia así… Me dijo que no, que él sólo sacaba su pistola para otras ocasiones. Hizo más comentarios como este que insinuaban que nos pusiéramos ahí manos a la obra a lo que tuve que decirle que no estaba interesada en ese tipo de prácticas por el momento. Manuel dijo tranquilamente: “es verdad, no me acordaba de que eras una estrecha”.
COOOOOOOOOOMO?
Mirad, fue la gota que colmó el vaso…le dije a Manuel que me volvía a casa que era tarde y tenía que currar al día siguiente. Y él, utilizando su último cartucho, me preguntó si podíamos subir a mi casa para que hiciera pis.
Puse los ojos tan en blanco que me dieron la vuelta, y le dije que podía hacer pis en los matorrales. Mandé un WhatsApp a una amiga con un montón de pavos (???????????) y ella hizo la llamada de emergencia que me ayudó a salir de aquel bochorno.
Al llegar a casa, después de aquel despropósito, quise revisar la conversación que tuve con él para comprobar dónde estaba el error, tenía que haber pasado por alto algo como para que la actitud de aquel zagal me hubiera pillado tan de sorpresa. Y allí estaba….aquel comentario…. Cómo pude….
“Me encanta que dejen caer la saliva en la boca, dejar caer la yo, comer hasta empaparme…”
BLOCK! Sayonara, SALIVABOY!