Me lo han contado los chicos de su departamento, esto parece un puto colegio pero con trajes azules a juego con la corbata y mucha gomina en el pelo. Estoy de muy mala hostia porque no me lo esperaba, la culpa es mía por liarme con alguien de la oficina y encima con uno que casi acaba de llegar.
Desarrollo, soy enchufada, así sin más, mis padres son amigos de los jefazos de la empresa, he estudiado arquitectura para que me pudieran meter a trabajar y aquí estoy currando, eso sí, como una más, mis compañeros lo saben y unos lo llevan mejor que otros, realmente me la pela lo que piensen, tampoco soy la única enchufada aquí, aunque si la más gorda.
Sé muchas cosas de la empresa que me callo porque me las tengo que callar y porque estoy acostumbrada a escucharlas desde pequeña, que le vamos a hacer y que el puesto del tolai este con el que me he liado estaba pendiente de un hilo pues también lo sabía,
El sinvergüenza está bueno, lo sabé y lo ha sabido hacer muy bien conmigo porque me la ha pegado y me lo he comido. Aquí lo normal los jueves es ir de cañas al bar de siempre cuando acabamos, hay noches que la cosas se lían y alguno acaba desmadrado y hay veces que dos copas de vino y a casa que el viernes hay que currar, o al menos ir, lo de los viernes en mi empresa es para otro post, y me gustaría saber si en las vuestras es igual.
Que me enredo, yo ya me había fijado en él y él en mi y ni de coña pensaba yo que pudiera ser por mi privilegiada posición porque se me olvida siempre y la gente me trata como una más y punto. Empezaron las tonterías en la oficina, ese jueves estuvo a pico y pala conmigo, pero a mi no me apetecía y ahí le deje con el calentón.
El viernes la comidilla era esa, la cobra que le había hecho al guapo, ya me jodió pero era lo que había. El jueves siguiente procuré ser más discreta y quedamos en otro sitio los dos solos y nos liamos, pero no se enteró nadie y ese fin de semana volvimos a quedar en secreto, lo cual, reconozco que me ponía mucho.
Siguiente afterwork, la despedida de una compañera que se iba fuera a trabajar, fiesta padre, borracha perdida me comí los morros con el jeta este delante de todo el mundo, no había mejor manera de oficializarlo.
Esa semana ya me soltó lo del su fin de contrato y su renovación y lo preocupado que estaba, y yo, cual pava de quince años, hablé con quien tenía que hablar para que le hicieran indefinido, como si la empresa no pudiera sobrevivir sin él, arrepentida no, lo siguiente.
Firmó, seguimos saliendo juntos y a nuestro paso se escuchaban campanitas, no eso tampoco, pero estábamos bien, eso creía yo claro. Hasta que estos me han contado que han escuchado una conversación de él con su amiguito, que también acaba de firmar, pero ese por méritos propios, que como se libraba ahora de mi, que si me dejaba lo mismo hacía que le despidieran y que tampoco le gustaba yo tanto como para ir en serio.
Cabronazo es poco, pero lleva toda la razón, voy a intentar tranquilizarme y gestionar esto como pueda, tampoco es plan de el domingo soltar en la comida que hay que despedir a este listo porque me ha roto el corazón. Pero os aseguro que esto no se queda así y que es la última vez que me meto en una mierda de estas.