Buenas tardes-noches, loversizers.
Quería contaros una experiencia que he pasado y que me ha dejado un poco hundida.
Hasta hace dos días había conseguido, gracias a esta página y a sus colaboradoras, quererme más, sentirme bien en mi talla, sentirme sexy y saber que mi talla no es un impedimento PARA NADA, sentir que merezco ser amada por quien soy y que no necesito estar delgada para merecer el amor de nadie.
Pues bien, ese trabajo se me ha ido un poco al garete. No del todo, pero siento como si hubiera retrocedido y me he quedado un poco hundida y amargada.
El viernes por la tarde estuve paseando conmigo misma y haciendo unas compras por el centro de mi ciudad. En un momento dado vi un grupo de personas de estos que intentan captar socios para ONGs. Los vi de lejos y decidí alejarme un poco para evitar que me parasen. Sin embargo, uno de ellos vino directamente hacia mí. No tenía ninguna intención de hacerme socia, pero acepté escucharle esos 3 minutos que me pedía ya que sé que se pasan muchas horas en calle y que la mayoría de la gente pasa de ellos. Quise ser amable. Pero esta vez caí y me hice socia. Quizás sospechéis que se debió a que el chico era guapo y simpático y me dejé engatusar. Sí, me engatusó pero ese no fue el motivo por el que me hice socia, ya que era algo que llevaba tiempo pensando y simplemente se dieron las circunstancias.
La cuestión es que sí, él fue muy simpático y agradable. Uno de esos chicos de bonitos ojos castaños y con ese rollito intelectual y de persona concienciada con lo que ocurre en el mundo que me encanta. Sentí que había muy buen rollo entre los dos, que era una de esas personas con las que puedes hablar abiertamente y no te va a juzgar. Pero nada más. En ningún momento pensé que me podía estar echando los trastos a pesar de que me piropeó varias veces. Simplemente pensé que estaba siendo amable y zalamero, pero ya está.
Hasta que… Ya tenía mi firma y mi número de cuenta. Entre risas le dije que como esto fuera un tongo, que le tenía fichado. Entonces me dijo que para que me quedara tranquila iba a repasar su nombre en mi copia del contrato (mi copia era la de papel amarillo que se queda escrita como si fuera en lápiz) y además me dijo que me iba a apuntar su teléfono, debajo del cual escribió “Gracias, bombón.”. En ese momento fue cuando entré un poco en shock. ¿Por qué apuntaba su número? ¡Si ya tenía todos mis datos y mi firma! Ya había conseguido lo que quería de mí. ¿Querría que me pusiera en contacto con él porque le había caído bien? ¿¡LE HABÍA GUSTADO!? ¡No podía ser verdad, pero sí lo parecía! Pensaba que quizás había encontrado a uno de esos fredis a los que les gustan gordas. Tonta de mi…
Nos dimos un abrazo de despedida muy afectivo y me fui sin creer lo que acababa de pasar. Conforme le daba vueltas empecé a pensar que su simpatía y sus piropos no habían sido solo para engatusarme y hacerme socia. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA. Ay, que me desorino xD
Unas horas después me animé a enviarle un mensaje por whatsapp para ver qué podía salir de ahí. Quizás como mínimo podría salir alguna conversación interesante. Y así fue. Tuvimos una conversación interesante y divertida que finalizó con un “Ya hablaremos ;) Me das curiosidad”, cosa que para mí significaba que había una puerta abierta a seguir hablando más adelante y que podía tener algún interés más allá. No se, por ejemplo follar. Que yo con eso estaría más que contenta xD
Al día siguiente se lo conté a una amiga y ella me empezó a preguntar más cosas y a pedir que le pasara una foto (había encontrado el Facebook del chico, pero no le envié ninguna petición de amistad). Total, que le envío una foto y ella me confiesa que ese chico fue el mismo que unos meses atrás la había engatusado para lo mismo y que con ella había sido exactamente igual, incluido lo del teléfono y algunas frases de esas para crear empatía con el interlocutor como “hace dos días que he cortado con mi novia de hace 4 años”. Vaya, que casualidad. Cortas dos relaciones de 4 años en tan solo unos meses de diferencia.
Total, que ahí se descubrió todo el pastel y me sentí la gilipollas más grande del mundo. Y ahí empecé a retroceder en el trabajo que llevo tiempo intentando llevar a cabo.
Entiendo que los captadores de socios de ONGs tienen que tener labia para convencer a la gente. Los socios son necesarios para salvar vidas en otras partes del mundo o en el propio país. Lo entiendo y lo respeto. No debe de ser nada fácil estar en la calle siendo ignorado por la mayoría de la gente y a veces incluso recibiendo malas palabras. Pero… ¿era necesario darme su número de teléfono cuando ya tenía todos mis datos? ¿Era necesario jugar de esa manera tan sucia?
Estoy convencida de que la mayoría de personas que trabajan captando socios no son así, pero a mí me tocó este canalla narcisista. Y es que no encuentro otra explicación. Es un narcisista que disfruta haciendo eso. Su ego se alimenta a base de crear falsas expectativas y viendo como sus víctimas le envían mensajes y así leer/escuchar una y otra vez lo encantador que es y que es un placer encontrarse a personas como él en el mundo.
Por suerte no estuve ni un día entero con las ilusiones, así que no tardaré en estar bien. Pero me ha parecido muy feo por su parte que sus víctimas seamos mujeres gordas.
Además, este palo ha venido en un mal momento ya que estaba empezando a querer salir más al mundo, conocer chicos, quizás conocer a alguien interesante o quizás follar sin compromiso. No soy así (de follar sin compromiso) o no lo he querido ser hasta ahora, pero ahora quiero salir de mi zona de confort, experimentar y probar cosas nuevas. Y esta experiencia me ha recordado cuánto capullo hay suelto y se me han ido un poco las ganas de todo…