Hola a todas, tal como pone en el título, me he acostado con mi compañero de piso, perdonad el tostón que se viene pero me parece que para que podais forjaros una opinion debeis conocer los detalles, os pongo en situación:
Hace unos meses puse un anuncio para alquilar una habitación que me sobra en mi piso y, entre otros, me escribió un chico bastante agradable con el que conecté enseguida, así que lo elegí a él como compañero de piso.
Nosotros desde que se mudó, en enero, llevamos una vida de juntos pero separados, es decir, cada uno hace su vida pero si coincidimos en el piso pues sí que hacemos alguna cosa juntos, en su mayoría ver películas o jugar a videojuegos, nos gusta esperarnos para comer o cenar si sabemos que los horarios nos coinciden, y a todo eso se le suma que hablamos y nos reímos muchísimo porque tenemos mucho en común.
Bien pues, hace unos días, me dijo de seguir con una serie que habíamos empezado, pero me preguntó si me importaría verla en su habitación que estaba muy cansado y quería tumbarse en la cama, a mi me pareció un poco raro pero como hemos cogido mucha confianza acepté, me puse el pijama y me metí en su cama.
Al principio todo normal, nos reíamos y demás, apagó la tele y me dijo, literalmente «si quieres, quédate a dormir», a mí eso me pareció aún mas raro pero como no estaba incómoda en absoluto pues dije, por qué no, y me quedé en su cama.
Estuvimos hablando y riendo hasta que en un momento dado, me dijo las ganas que tenía desde que me conoció, de llamar a la puerta de mi habitación para tener sexo… a mi esto me sorprendió pero no, porque ya había notado cierta tensión, pero no pensé que fuera capaz de asumirlo tan alegremente.
Total que empezó a acariciarme y nos acostamos, después del coito seguimos hablando y tal, incluso tuvimos una «charla incómoda» porque yo he tenido muy malas experiencias con chicos que fingen ser mis amigos para acostarse conmigo y una vez lo consiguen o se olvidan de mí o se vuelven raros y fríos, él me prometió que no iba a pasar, me dio las buenas noches y nos dormimos abrazados.
Al día siguiente él se despertó porque tenía cosas que hacer y me fui a mi habitación a seguir durmiendo, y no habíamos coincidido hasta hoy.
Me he levantado y él estaba en la cocina, me ha dado los buenos días como siempre y hemos estado hablando… parecía que no hubiera pasado nada entre nosotros, he hecho la comida para él y para mí, y nos hemos sentado a comer como hubieramos hecho cualquier otro día, hablando y riendo.
Después de comer ha recogido los platos y me ha dicho, que él se iba a echar una siesta, que si quería apuntarme, pero «solo a la siesta» (palabras textuales).
Nos hemos acostado en la cama de él, y hemos empezado a hablar y tal pero hemos vuelto a tener sexo, y luego como se nos había hecho tarde para la siesta, él ya me ha dicho que se iba a pasear y que nos veríamos por la noche, y yo me he quedado en el piso.
El tema es que no sé como gestionar esto, fui yo quien le dije que no quería que nada cambiara, no estoy enamorada de él y tampoco es que quiera que me de un beso cuando llegue a casa de trabajar como si lleváramos 10 años juntos pero, se me hace muy raro estar en un plan con una persona, abrazados en su cama y tal, teniendo sexo, y luego fuera de la cama hacer como si eso no hubiera pasado, sé que al no ser novios (ambos lo dejamos claro) no puedo esperar que me traiga el desayuno a la cama, ni lo espero ni lo quiero, pero me gustaría encontrar un punto medio entre comportarnos como una pareja y comportarnos como si nunca nos hubiéramos acostado, por ejemplo antes siempre nos pillabamos un sofa cada uno y ahora que tenemos más confianza me gustaría poder sentarme con él y ponerle las piernas encima o algo, no sé, pequeños detalles que no significan nada pero que a mi me apetecen bastante.
Para mas inri, dentro de poco vuelve otra compañera de piso (somos 3 pero la otra solo lo tiene para ocasiones puntuales ya que viaja mucho) y un poco por respeto a nuestra intimidad y demás, hemos decidido que no le vamos a decir nada y vamos a disimular todo lo posible delante de ella, hasta el punto en que él bromeaba con que «no lo volveré a ver hasta que (llamemosla Laura) vuelva a irse».
Como digo, perdón por el tostón, quería que entendierais bien la situación para poder opinar, y no sé si realmente es mejor acostumbrarme a que de puertas para afuera (o de cama para afuera) finjamos que nunca ha habido nada entre nosotros, o si debería hablar con él y comentarle que aunque no espero flores y besos cada mañana, sí me gustaría tener una amistad un poco mas cercana en cuanto a contacto físico se refiere.
Gracias por leerme, espero vuestras opiniones!!