Hola, antes que nada os quiero dar las gracias a todas porque de verdad que fuisteis un bálsamo en un momento que realmente horrible. Realmente horrible. Os dejo aquí la primera parte para poneros en situación.
Todo se ha seguido complicando tanto… Que de verdad no sé ni cómo contarlo. Ambos seguimos separados y a ambos nos sigue doliendo. O bueno, hablaré por mi, yo tengo un continuo puñal en el estómago que no deja de dolerme.
El sábado mi familia me llevó a la playa (me hace realmente feliz). Pues bien, al levantarme vi un mensaje. Y no era de él. Era de su ex.
Me decía que por favor no le contase nada a su novio. Lo leí unas 15 veces por ver si era real. Lo era. Le contesté y le dije solo para tenerlo claro es que si lo que me estaba pidiendo era que después de buscar a mi novio delante de mi me estaba pidiendo que no se lo dijese al suyo. Cosa que, obviamente ni quiero ni necesito hacer. Así era. Superé el trago de ansiedad, le dije que lo que tenía que hacer no era seguir mintiendo era aclararse y dejar de hacer daño. Su respuesta es que para qué liarla más. HOLA. Os dejo reíros de mi cartel de subnormal escrito en la frente.
Pasé un buen día, me reí con mi familia y volví más relajada. Me duché y me senté en el sofá. Sonó el timbre de arriba. Abrí pensando que era mi hermana y no, era él.
Era él llorando diciéndome cuánto me ama. Se arrodilló y sacó un anillo: ¿Te Quieres Casar Conmigo?
Lloré. Lloré muchísimo. Le dije que no y que necesitaba seguir sola.
Y ahora, en vez de cristales en el pecho los tengo por todo el cuerpo. Os juro que me duele todo el cuerpo.
No sé bien porqué estoy escribiendo aquí porque ya sé la respuesta y lo que más me duele es que no hay otra opción posible. Pero me duele.