En mal momento celebré yo que mi mejor amiga me eligiera como madrina de su primer hijo. Menuda faena y menudo lío…
Veamos. Yo tengo mi trabajo, algo de dinero ahorrado y vivo bastante bien. Mi chico y yo nos acabamos de meter en la compra y reforma de una casa y eso significa desembolsar pasta a tutti. Pues resulta que hace unos días me escribe mi amiga para decirme que el bautizo del peque será en diciembre y que tenemos que ir a elegir el faldón de la criatura.
Le digo que claro que sí, que yo la acompaño y la asesoro y ella me dice ‘mujer, ya que lo vas a pagar qué mínimo que vengas a verlo’. Muda me quedé porque no me esperaba yo eso, pero bueno, di por hecho que igual no estaba yo al tanto y la culpa había sido mía. He mirado los supuestos precios de los faldones y voy a tener que vender un riñón, por cierto.
Vale, pues el pasado jueves me escribe mi amiga y me pregunta si he mirado algo de los detalles que regalaremos a los invitados. Yo ni idea, le pregunto de qué va eso, y me dice que tengo que hacerme cargo de los recordatorios y de algún regalito para los que vengan. Joer, yo que vivo sin tiempo ni para respirar… ¿De verdad la madrina se tiene que encargar de todo esto?
¿Y mientras tanto el padrino qué hace? Porque en este caso es su hermano pequeño, que tiene 20 años, e imagino que se estará rascando las bolas mientras yo pago de todo en este bautizo.
¿Alguien que sepa de protocolos de este tipo me puede decir si le tengo que parar los pies a mi amiga? ¡Gracias!