De acuerdo en que tus suegros no quieran que tu padre dé su opinión en la degustación si no va a pagar parte del banquete (yo no lo haría, pero puedo llegar a entenderlo). Que no lo quieran en la mesa presidencial el día de la boda me parece indecente. Creo que no es solo por el dinero, sino para echaros un pulso y dejar claro quién manda en esa relación.
Si fuera yo y mi pareja no les parase los pies a sus padres, no me casaba, puesto que ya te está dejando claro qué tipo de persona es (y es igual que sus padres, porque quien calla, otorga).